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Los lugares exteriores públicos como plazas, parques y jardines deben ser accesibles para garantizar que todas las personas, independientemente de sus capacidades físicas, puedan disfrutar y utilizar estos espacios de manera segura y cómoda. La accesibilidad en estos lugares no solo promueve la inclusión social, sino que también mejora la calidad de vida de toda la comunidad, permitiendo que personas con movilidad reducida, mayores y familias con cochecitos puedan acceder y moverse libremente.
En España existe una legislación acerca de la accesibilidad
En España, existe una legislación firme en materia de accesibilidad, como el Real Decreto 1/2013, que establece los requisitos para asegurar la igualdad de oportunidades, no discriminación y accesibilidad universal. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos legislativos, todavía hay muchos espacios exteriores, tanto públicos como privados, que no cumplen con los criterios establecidos. Esto puede deberse a la falta de mantenimiento, recursos insuficientes o la poca concienciación sobre la importancia de este tema.
Es fundamental que las autoridades y la sociedad en general continúen trabajando para eliminar estas barreras, promoviendo un entorno inclusivo para todos.
Los expertos de la compañía, referente mundial en soluciones de movilidad, sugieren una serie de soluciones prácticas para mejorar la accesibilidad de estos espacios:
- Eliminación de desniveles. Idealmente, los espacios exteriores no deberían tener desniveles, pero cuando estos son inevitables, es necesario añadir diversas soluciones que mejoren la accesibilidad, como rampas y pasamanos en aquellas zonas donde las escaleras puedan ser un impedimento.
- Instalación de sillas salvaescaleras. Para casos con desniveles muy pronunciados, la mejor alternativa son las sillas salvaescaleras, principalmente en aquellos casos en los que la inclinación sea mayor al 10 %. Además, una silla salvaescaleras para exterior, como la diseñada por Stannah, es una solución segura que evitará que la persona tenga que enfrentarse a una escalera o a una rampa que pueden estar resbaladizas, siendo muy fácil de utilizar.
- Acondicionamiento del pavimento. En numerosas ocasiones, las calles presentan una pendiente demasiado pronunciada y, como complemento a las plataformas salvaescaleras, se debe acondicionar el pavimento para garantizar el tránsito seguro y estable de los peatones, incluyendo aquellos con movilidad reducida. Para ello, es recomendable optar por suelos antideslizantes y uniformes.
- Creación de zonas de descanso. Este espacio permite a las personas detenerse y disfrutar del ambiente sin ningún tipo de preocupación. Además, en parajes naturas se deberían adaptar las superficies para que sean firmes y estables, lo que mejora significativamente en parques y áreas recreativas.
Además de los espacios públicos, las terrazas o patios privados también pueden suponer una dificultad para personas con movilidad reducida. Para minimizarla, existen diversas medidas que se pueden adoptar para mejorar su accesibilidad. Por ejemplo, para acabar con los desniveles que pueden existir en accesos al patio privado, se puede apostar por sillas salvaescaleras de exterior, que resisten las inclemencias del tiempo.
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