Un vuelo de Ryanair, una persona con movilidad reducida, su silla y el 'melón' de la inclusión

El melón de la inclusión se ha vuelto a rajar, pero esta vez sin esperarlo, y es que Ryanair se encuentra sumergida en una polémica (de tantas) pero esta vez con el colectivo de la discapacidad.

Claro que... hay veces en las que por mucho que no nos guste una compañía, tema o cualquier otro aspecto, no podemos tacharlo como nos gustaría, por lo que nosotros también abrimos debate, para que cada uno pueda sacar sus propias conclusiones.

El caso es que, cuando pedimos inclusión, queremos una inclusión justa, igualitaria para todos los ciudadanos, no que unos por tener una serie de condiciones se acaben hasta mofando del resto y más cuando se trata de temas de seguridad en la aviación.

Ryanair, acusada por todas las redes sociales de compañía de vuelo discriminatoria de la discapacidad

Nos ponemos en situación y es que lo que ha sucedido es que la aerolínea Ryanair impidió viajar a una persona con discapacidad el pasado viernes en uno de sus vuelos.

La compañía justificó este martes que esto ocurrió porque “la silla de ruedas eléctrica de la pasajera excedía las dimensiones permitidas para sillas de ruedas, que son 81 centímetros (cms) x 119cms x 119cms”.

hola @Ryanair_ES @askryanair,
deciros que habéis hecho pasar a mi amiga por esta mierda de momento, que ni ella ni nadie se merece :) así que espero que estéis orgullosos con vuestra gestión porque esto va a llegar a todos lados y por supuesto, que le deis una solución real💋 pic.twitter.com/f7rlHxvToY

— lole (@gmlole_) January 26, 2024

Asimismo, desde Ryanair explicaron más en detalle que la pasajera hizo su reserva de vuelo el 17 de diciembre y solicitó el transporte de su silla de ruedas eléctrica el 25 de enero, es decir, el día antes del vuelo, pero “no proporcionó la información requerida para el transporte de su silla de ruedas (marca, peso, tipo de batería, dimensiones)”, aspectos muy importantes a tener en cuenta por la capacidad y seguridad del avión.

Igualmente, el mismo 25 de enero, a las 19.00 horas, la compañía envió a la pasajera un correo electrónico en el que se le pedía que rellenase un ‘formulario de carga de dispositivos eléctricos de movilidad’ para confirmar los datos de su silla de ruedas.

En él se especificó que la silla de ruedas de esta pasajera debería cumplir unas restricciones específicas de batería, dimensiones y peso para ser aceptada en su vuelo y la viajera no respondió a esta solicitud por correo electrónico, según la aerolínea.

Además, Ryanair afirmó que “si esta pasajera hubiera respondido a la solicitud de la compañía para que facilitara las dimensiones de su silla de ruedas, habría sido informada de que su silla de ruedas no sería aceptada para el transporte”.

No estamos ante un caso de exclusión, nos encontramos ante medidas de seguridad en vuelos para la misma afectada y para el resto de pasajeros, que se ignoraron por parte de la supuesta afectada y que además ignoró las diferentes alternativas

Por otra parte, la empresa expresó que “a la pasajera se le ofreció un traslado gratuito en el siguiente vuelo disponible de Ryanair, a condición de que viajara sin su silla de ruedas eléctrica, que no cumplía las directrices de seguridad”.

La viajera no aceptó esta opción y no viajó, y Ryanair “le reembolsó íntegramente el importe de los billetes de avión no utilizados por ella y sus acompañantes”, concluyó la entidad.

¿Qué opinas tú al respecto? Te leemos.