El acoso escolar aumenta durante la cuarentena

El confinamiento no acaba con el acoso escolar, que se agudiza ahora en las redes sociales. Los expertos afirman que este tipo de acoso ha aumentado un 10 % durante la cuarentena.

En este contexto de pandemia, en que los y las estudiantes pueden sufrir acoso por redes sociales y tienen menos contacto con el centro escolar, se deben reforzar las medidas preventivas y de protección existentes e impulsar campañas institucionales para que los niños y las niñas sepan dónde acudir en el caso de sufrirlo.

Ciberacoso, de las aulas a las redes durante la cuarentena

El confinamiento ha trasladado el acoso escolar a las redes, lo que intensifica el sufrimiento de quienes lo padecen, al extenderlo más allá del grupo íntimo, convertirlo en anónimo, continúo y prolongado en el tiempo y sitúa a estudiantes del colectivo LGTBI, con discapacidad, con algún rasgo étnico o con escaso nivel económico como sus principales víctimas.

El acoso escolar es un problema de derechos humanos que en España afecta a miles de estudiantes y a sus familias, aunque solo se conoce lo poco que cuentan sus víctimas, se da en todos los centros educativos, pero continúa siendo invisible.

Hay acoso escolar en todos los centros

En muchos casos, las víctimas se sienten ignoradas. Los expertos apuntan a que es importante aceptar que, hoy por hoy, hay casos de acoso en todos los centros, y si un director lo niega, es que desconoce la realidad o la está ocultando. Este problema no es una niñería, sino una cuestión de derechos humanos y de responsabilidad de los poderes públicos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) apunta a que sufren acoso escolar un 7,5% en el caso de los niños y un 4,3% de las niñas españolas. La sensación general que deja en las víctimas es la de indefensión y culpa incluso años después de haberlo sufrido y un sentimiento de soledad en sus progenitores.

Protocolos insuficientes

Aunque existen protocolos, la realidad es que pocas personas en los centros educativos saben cómo aplicarlos, incluso resulta especialmente ineficaces en los casos de acoso relacional o psicológico.

Según estudio reciente, la presión del grupo para comportarse 'como un niño/una niña' ha sido la razón identificada con más frecuencia por la que se acosa, resalta el informe, que ratifica que los chicos tienden a ser más físicos al acosar, mientras que el cometen ellas es más relacional y psicológico.

Programas y formación al personal de los centros

Ante todo ello, Amnistía reclama mayor formación del personal de los centros educativos, pero no solo de los docentes, sino de todos los trabajadores del centro como los de consejería y limpieza.

Estaría bien que el sistema educativo confiara en los estudiantes para prevenir casos, desarrollando programas de ayuda entre iguales en los que los chavales se ponen a disposición de sus compañeros para tratar de prevenir estas situaciones, antes de que vayan a mayores, apuntan algunos expertos.

El precio a pagar por ser diferente

Ser inmigrantes, niños con alguna discapacidad, con obesidad, desempleo parental u orientación sexual son los principales motivos del acoso escolar, aunque por encima del aspecto físico, lo que más influye para incrementar el riesgo de ser acosado es el comportamiento.

Los pequeños con trastornos como autismo tienen muchas más papeletas para ser víctimas. Una durísima situación que lleva a muchos menores afectados a pasar todo el recreo encerrados en el cuarto de baño. Los expertos abogan por poner en marcha un plan a nivel estatal para luchar contra esta lacra.

Acoso y depresión

Los especialistas señalan que la relación entre el acoso y la depresión es bidireccional, y hacen especial hincapié en la necesidad de concienciar acerca de la gravedad del acoso escolar y laboral, la relación existente entre ambos tipos de acoso y sus consecuencias sobre la salud mental, principalmente en la depresión.

Según los datos de la Fundación ANAR (Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo) de 2017, un 94% de las víctimas presenta algún problema psicológico debido al acoso escolar, siendo los principales los síntomas depresivos (68,8%) y la ansiedad (67,2%). Además, el número de autolesiones alcanza el 2,4%, las ideas suicidas suponen un 4,6%, y los intentos reales de suicidio el 1,2%.