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El verano trae consigo el aumento de ahogamientos de niños en playas y piscinas. El ahogamiento es la segunda causa de muerte accidental en menores de 19 años en Europa. Es vital mantener a los niños vigilados y enseñarles a nadar desde temprana edad. Elegir destinos de playas seguras y poco profundas también es importante para viajar con niños.
El verano trae consigo diversión, pero también ahogamientos infantiles
El verano trae consigo la diversión en la playa y la piscina, pero también aumentan las preocupaciones sobre los ahogamientos infantiles. Según la Asociación Española de Pediatría, el ahogamiento es la segunda causa de muerte accidental en menores de 19 años en Europa y constituye la segunda causa de mortalidad accidental en menores de 14 años en España.
Para prevenir tragedias, es esencial mantener una estrecha vigilancia sobre los niños en el agua y enseñarles a nadar desde temprana edad. Los cursos de natación pueden comenzar a partir del año y hasta los cuatro años. Si aún no saben nadar, es preferible que estén en el agua acompañados por un adulto. Además, seleccionar destinos de playa poco profundos, vigilados y seguros es clave para viajar con niños y disfrutar de un verano sin preocupaciones.
Para reforzar la seguridad en el agua, muchos padres eligen utilizar manguitos, chalecos o flotadores. Estos elementos están diseñados para evitar que los niños se hundan y, en consecuencia, prevenir ahogamientos.
Es fundamental escoger el equipo de seguridad adecuado y asegurarse de que esté en buen estado antes de su uso. Los manguitos son fáciles de usar y proporcionan estabilidad, pero deben estar bien inflados y ajustados correctamente en los brazos. Los flotadores, a menudo de plástico, pueden dar una falsa sensación de seguridad y volcarse, dejando al niño en una posición peligrosa.
Por otro lado, los chalecos de neopreno son considerados más seguros a la hora de evitar ahogamientos, ya que no se desinflan ni se pinchan. Permiten mayor libertad de movimiento al dejar los brazos libres, pero es importante asegurarse de que estén ajustados adecuadamente y homologados para la edad y el tamaño del niño.
¿Cuál es la opción más segura para los niños?
A la hora de escoger entre manguitos, chalecos o flotadores para la seguridad de los niños en el agua, es importante conocer sus pros y contras. Los flotadores clásicos, aunque brindan una sensación de seguridad, pueden pincharse fácilmente y volcarse, poniendo al niño en riesgo. Los manguitos son fáciles de usar, pero deben estar bien inflados y pueden limitar el movimiento.
Por otro lado, los chalecos de neopreno son considerados los más seguros, ya que no se desinflan ni se pinchan, ofreciendo mayor libertad de movimiento. La vigilancia sigue siendo fundamental para prevenir ahogamientos.
Esta elección es respaldada por pediatras y la OCU, ya que muchos flotadores no cumplen con las normas básicas de flotabilidad al ser considerados juguetes acuáticos. Estos, en su caso, no ayudarían a frenar los ahogamientos en menores.
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