Los animales de compañía no transmiten el coronavirus

Según indican la World Health Organization (WHO), la World Organisation for Animal Health (OIE) y la World Small Animal Veterinary Association(WSAVA), actualmente no hay evidencia alguna de que los animales de compañía puedan infectarse con este nuevo Coronavirus o contagiarnos a los humanos.

Los animales de compañía no transmiten el nuevo coronavirus

Los animales no pueden transmitir el coronavirus, no son vehículos de contagio, ni pueden actuar como portadores sanos. Las organizaciones indicadas, además del Ministero della Salute de Italia, están confirmando estos datos. Éste último en su manual indica claramente: "Los animales de compañía no transmiten el nuevo Coronavirus".

No hay evidencia científica alguna de que los animales domésticos, como los perros y los gatos, hayan contraído la infección o puedan propagarla. De todas formas, se recomienda lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón o con soluciones alcohólicas después del contacto con animales.

Medidas preventivas

Las autoridades veterinarias recomiendan una serie de medidas preventivas respecto a la tenecia de animales en casa. La dirección general de Derechos de los Animales, dependiente del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, ha indicado que no existen evidencias científicas de que los animales padezcan o transmitan el Covid-19.

“Los animales no cogen la infección”, indica Ricard Parés, presidente del Colegio de Veterinarios de Barcelona. Por lo tanto, no puede transmitirlo mediante estornudos o secreciones como lo hacen los humanos, apunta. “No se les puede considerar un riesgo mayor que el de cualquier objeto”. De igual forma que se recomienda desinfectar superficies o abrigos, existen medidas preventivas para cualquier dueño de una mascota como el mantenimiento de una higiene adecuada.

Si estoy infectado, ¿puedo tener contacto con animales?

En caso de infección por coronavirus, es mejor limitar los contactos al mínimo con nuestros animales, exactamente como debe hacerse para otros miembros de la familia en caso de una enfermedad, en este caso para minimizar el riesgo por contagio indirecto.

Aunque actualmente no hay evidencia de enfermedad por COVID-19 en animales, ni de la posibilidad de que puedan propagar la infección. Sin embargo, al adoptar el principio de precaución, si el animal ha entrado en contacto con una persona infectada, es mejor evitar ponerlo en contacto con otras personas, especialmente si se trata de población de riesgo.

Los hospitales veterinarios se encuentran entre los servicios abiertos

Es cierto que se recomiendan las precauciones destinadas a reducir al máximo la diseminación de partículas virales sobre la superficie de los animales, y también, dado que los enfermos de Covid-19 no pueden en ningún caso salir de su domicilio, tiene que ser una persona sana la que saque al perro al exterior a hacer sus necesidades.

Por otra parte, los hospitales veterinarios se encuentran entre los servicios abiertos en este periodo de confinamiento. Se anulan las visitas que no sean imprescindibles en estos momentos (chips, vacunas), se abren consultorios telemáticos y las urgencias permanecen abiertas.

El caso del perro de Hong Kong

Las autoridades competentes en Hong Kong informaron el pasado 28 de febrero de que se habían encontrado rastros de virus en la mucosa oral y nasal de un perro perteneciente a una mujer infectada por el coronavirus.

La noticia provocó un alarmismo general, especialmente entre las personas que convivían con perros y gatos. Pero, tal y como indica la Organización Mundial de la Salud, el animal en cuestión no muestra síntomas de enfermedad y se está trabajando para comprender si la débil positividad de su prueba de diagnóstico se debió a una infección real o una contaminación ocasional.

Con fines puramente de precaución, el Centro de Control de Enfermedades de los Estados Unidos sugiere a las personas infectadas con el coronavirus que limiten el contacto con los animales, de manera similar a lo que hacen con otras personas en la familia, evitando por ejemplo, besos o compartir comida.