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"Empecé a consumir pastillas para poder descansar y dormir y, poco a poco, me di cuenta de que las necesitaba para vivir". Miriam, de 53 años, dice ahora esto a 20Minutos, con seguridad, pero le costó un tiempo ser consciente de que había generado una adicción a las benzodiacepinas, provocada por la sensación de no estar al 100 % en ningún ámbito de su vida. Ser exitosa en el trabajo, poder conciliar con la familia, hacer ejercicio regularmente y tener vida social o personal se convierte en un imposible en una sociedad que carga sobre las mujeres una exigencia añadida. No lo dice ella, ni siquiera las expertas, lo dicen los datos: la prevalencia de consumo de hipnosedantes entre mujeres es un 65 % mayor que en los hombres y ya hay varios estudios que apuntan a la desigualdad de género como un condicionante clave en el consumo de psicofármacos.
El caso de Miriam es paradigmático, pues la mayoría de mujeres empiezan a tomar ansiolíticos o benzodiacepinas para atenuar una condición que en muchos casos no es médica, sino social y emocional. Y la solución, al final, se convierte en el problema.
La adicción a los ansiolíticos se ha convertido en un problema creciente, especialmente entre las mujeres. Factores como la presión social, la carga mental y el estrés del día a día han llevado a muchas a recurrir a estos medicamentos de manera frecuente. Sin embargo, el uso prolongado puede derivar en dependencia, afectando gravemente la salud física y emocional de quienes los consumen.
Por qué las mujeres consumen más ansiolíticos
Diversos estudios han demostrado que las mujeres presentan una mayor predisposición al consumo de ansiolíticos en comparación con los hombres. Entre las principales razones se encuentran:
- Carga mental y estrés diario: Muchas mujeres enfrentan la doble responsabilidad de su trabajo y la gestión del hogar, lo que genera altos niveles de ansiedad.
- Presión social y expectativas: La exigencia de ser productivas, exitosas y cumplir con múltiples roles puede generar agotamiento mental.
- Mayor diagnóstico de trastornos de ansiedad: Según datos médicos, las mujeres son diagnosticadas con ansiedad en una proporción mayor que los hombres, lo que favorece la prescripción de calmantes.
Estos factores han normalizado el uso de benzodiacepinas como una solución rápida al malestar emocional, sin considerar los riesgos asociados.
Riesgos del consumo prolongado de ansiolíticos
El consumo de ansiolíticos no es un problema en sí mismo cuando se realiza bajo supervisión médica y por períodos cortos. Sin embargo, la automedicación y el uso prolongado pueden generar efectos adversos como:
- Dependencia física y psicológica: El organismo se acostumbra a la sustancia, haciendo que la persona necesite dosis mayores para obtener el mismo efecto.
- Pérdida de memoria y dificultades cognitivas: Estudios han demostrado que el uso continuado de benzodiacepinas afecta la concentración y la memoria.
- Síndrome de abstinencia: Dejar los calmantes de manera repentina puede generar síntomas como insomnio, irritabilidad y ataques de pánico.
Por estas razones, es fundamental que su consumo sea controlado y se busquen alternativas para manejar el estrés y la ansiedad.
Alternativas para el manejo de la ansiedad
Si bien los ansiolíticos pueden ser útiles en situaciones específicas, es importante explorar otras estrategias para reducir la ansiedad de manera saludable. Algunas opciones recomendadas incluyen:
- Terapia psicológica: El acompañamiento de un profesional puede ayudar a desarrollar herramientas para manejar el estrés sin recurrir a fármacos.
- Ejercicio físico: La actividad física es una de las mejores formas de liberar tensiones y mejorar el estado de ánimo.
- Técnicas de relajación: La meditación, el yoga y la respiración consciente pueden ser útiles para reducir la ansiedad de forma natural.
- Apoyo social: Hablar sobre los problemas con amigos, familiares o grupos de apoyo puede ser clave para gestionar las emociones.
La salud mental es un tema prioritario, y es fundamental encontrar soluciones sostenibles que no generen dependencia a largo plazo.
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