Antonín Barak, un sinónimo del gol frente al bullying

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29/01/2022 - 15:00
Antonín Barak, símbolo de gol y valentía

Lectura fácil

Antonín Barak es un futbolista checo que nunca tuvo una gran infancia. Malfomaciones en su juventud unidos a episodios de bullying tuvieron la culpa de ello. Además de ello, Barak era propenso a lágrimas y ansiedad. En aquella edad tan temprana, el que ahora es centrocampista tenía una posición más retrasada en el campo y de mayor responsabilidad. Era portero de su equipo. Su padre, una de las primeras figuras futbolísticas que tuvo, le recordaba que era demasiado lento para jugar en el campo y le machaba en sesiones de carrera.

La presencia de su padre no era algo que le ayudara en aquellos días y el bullying comenzó a ser habitual en la vida de Antonín Barak. Aquella forma de acoso no iba a ser el único obstáculo de la carrera del joven checo. A los 17 le detectaron una dolencia en la columna vertebral que le obligó a parar durante un tiempo.

El bulling, una pandemia que no merece nadie. Ni Antonín Barak ni tu compañero

Entiendo que haya gente que permita e incluso aplauda el bullying. Ya sea porque sus antecedentes familiares tienen la mano muy larga o por antecedentes de violencia. Sin embargo, los colegios están para educar y para regirse por una serie de normas en las que los compañeros deben ser vistos como iguales. Da igual que Antonín Barak tenga una malformación o que tu compañero, el que está sentado en primera fila sea un friki.

Te guste, os guste o no, hay algo que no hay una lección muy importante que se llama respeto. No solo la utiliza la UEFA para pedirlo y que no haya racismo sino que, debe aplicarse a todas las situaciones de la vida sin distinción. ¿Qué somos sin respeto? Unos simios faltos de educación a los que, en el colegio o, mejor desde casa, deberían enseñar aquello que está mal, aquello que no debemos llevar a clase y aquello que está bien. Solo con esa enseñanza habremos hecho el resto del día.

Antonín Barak, en un partido con su selección / Alex Pantling
Antonín Barak, en un partido con su selección / Alex Pantling

Antonín Barak: de Praga al resto del viejo continente

La gran oportunidad para Antonín Barak fue formar parte de aquella plantilla del Slavia Praga que se proclamó campeona de la Liga Checa. De ahí, comenzaría a dar un gran salto. La Serie A le esperaba y su destino era todo un clásico como el Udinese. El primer año fue espléndido para el mediocentro que terminaría firmando una tarjeta de 7 goles y 4 asisencias en su primera temporada en el Calcio. Sin embargo, una lesión en el Tendón de Aquiles truncó su progresión.

Tras ello fue al Lecce de la Serie B y sería repescado por el Hellas Verona, donde la semana pasada dejó un espectacular hat trick ante el Sassuolo.

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