Aquamación, un nuevo método de cremación bajo el agua

Hablar de la muerte nunca resulta sencillo y mucho menos de lo que ocurre después. A muchos nos preocupa qué serán de nuestros restos cuando no estemos y más de uno se anticipa a asegurarse de que su cuerpo material reciba el fin deseado. Donación de órganos, incineración, convertirnos en árbol y ahora también la aquamación, son solo algunas de las alternativas que se ofrecen cada vez más a permanecer sepultados bajo tierra.

Pero más allá del simbolismo que envuelve el saber cómo acabarán nuestros restos o qué hacer con los de un familiar que requiere de nuestra decisión, también está el tema ecológico. Las incineraciones modernas suponen un consumo elevado de energía, además de las emisiones de CO2 que supone. Por eso desde el sector se ha estado trabajando intensamente en alternativas más sostenibles, como la aquamación, que reduce el consumo de energía y las emisiones.

¿En qué consiste la aquamación?

Agua somos y en agua nos convertiremos. La aquamación es una técnica novedosa para el proceso de cremación a través de un tratamiento de hidrólisis alcalina, ayudándose de elevadas temperaturas. Esta consigue acelerar la descomposición del cuerpo, que de normal tardaría unos 20 años, reduciendo a cenizas todo el componente orgánico. Lo mejor, que no necesita de combustión alguna, por lo que se trata de una de las técnicas con menor impacto ecológico.

Así lo demostró un análisis ambiental independiente realizado por la empresa Resomation, con sede en Reino Unido, en el que estudiaron el impacto ambiental de la aquamación llegando a conclusiones bastante esperadas teniendo en cuenta de que no se trata de una incineración. Según el informe, esta técnica "reduce las emisiones de gases de efecto invernadero de ese funeral en aproximadamente un 35%".

Como añadidura, también señalan que requiere 8 veces menos de energía que la cremación normal, al ser un proceso más rápido y no necesitar de la combustión, que normalmente se genera a través de hidrocarburos.

Por otro lado, la aquamación es menos ruidosa y mucho más rápida, ya que solo se necesita entre 2 o 3 horas para completar el proceso. Un proceso que de momento solo está disponible en países como Estados Unidos, Reino Unido, Alemania o Sudáfrica. Pero pretenden expandirse y abarcar otros mercados, como el del sector animal, sobre todo del que está relacionado con la alimentación, ya que esta técnica también resulta más salubre que otras opciones.

Cada vez más popular

La necesidad de encontrar soluciones cada vez más sostenibles para todas las necesidades humanas, han convertido esta y otras técnicas, en auténticas alternativas para hacernos cargos de nosotros mismo después de la muerte sin perjudicar al planeta. Como así lo hizo el Premio Nobel de la Paz, Desmond Tutu, quien falleció a finales de 2022 y optó por la aquamación como técnica funeraria para dejar este mundo, manteniendo su consciencia medioambiental hasta el fin.