La vida submarina se abre paso en los espacios que invadió la lava de La Palma

El pasado 13 de diciembre se cumplió un año de la erupción volcánica en La Palma, y según una investigación, la vida submarina se ha abierto paso en los deltas lávicos que se crearon.

Se pueden encontrar algas nuevas, viejos corales negros que han sobrevivido, y abundantes peces, erizos y crustáceos en esas nuevas formaciones.

Así lo ha confirmado un equipo de más de cincuenta científicos del Instituto Español de Oceanografía (IEO, CSIC), que acaba de finalizar la primera campaña de vigilancia de los hábitats y especies protegidas del Estado español.

Para verificar la crecida de la vida submarina se han realizado inmersiones

Un total de 1.200 inmersiones que han llegado a gran parte del litoral español, en especial en las demarcaciones del Mediterráneo, Sudatlántica y Canarias.

La campaña ha finalizado en la isla de La Palma donde se han analizado los hábitats bentónicos de la colada que desembocó en el mar, y se visitará cada dos años para seguir estudiando la evolución de la vida submarina.

Este proyecto tiene como objetivo vigilar la vida submarina, para evaluar el estado de las comunidades bentónicas de los fondos rocos, aquellas que viven fijadas al sustrato, como son los corales, gorgonias, esponjas o ascidias, además de realizar el censo de peces y cefalópodos.

Asimismo, se pretende hacer un estudio de estos temas:

• Especies protegidas y especies en peligro de extinción.
• Obtener información de presencia de especies invasoras y basura.
• Estudiar hábitats como cuevas submarinas o praderas de angiospermas.

La campaña ha combinado las observaciones directas mediante buceo con el uso de imágenes de satélite, vehículos submarinos, drones, fotogrametría y sistemas de detección basados en inteligencia artificial.

Estas son las especies que han proliferado tras la erupción volcánica

Los nuevos deltas lávicos presentan una vida submarina muy variada, con una gran cobertura de algas, que han conseguido tapizar casi al completo el nuevo sustrato.

Asimismo, los científicos también han notificado algunas colonias de especies de lento crecimiento, y de especial interés para la conservación, como es el caso de los corales negros, que han sobrevivido a pesar de estar muy cerca de la lava.

"El seguimiento de la evolución de este nuevo sustrato permitirá conocer su dinámica desde el inicio y estudiar el rol que juegan las comunidades adyacentes en la tasa de colonización de vida submarina", ha destacado la investigación.

Por lo tanto, algo bueno tenía que tener este fenómeno natural tan trágico, al menos para el caso de la vida submarina, que ha conseguido sobrevivir y abrirse paso entre la catástrofe.

"Muchas de las especies de estos hábitat de vida submarina son muy sensibles a estas presiones y un programa de seguimiento a largo plazo es esencial para determinar su estado de conservación y poder adoptar medidas eficientes y evaluar su respuesta con el fin de conseguir un buen estado ambiental de nuestros mares", ha concluido el científico.