04/04/2019 - 12:51
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El fracaso de ayer ante el Valencia dejó en evidencia la falta de motivación, de definición y de resolución del galés, que hace cada vez más tentador la posibilidad de traspasarle este verano.
El Real Madrid se queda sin referentes
El equipo blanco se encuentra sumido en una crisis casi sin precedentes. La afición blanca no está acostumbrada a tantas jornadas de sufrimiento después de pasar 5 temporadas ganando Champions como si fuera cosa fácil.
Tantas alegrías en el pasado hacen casi más amarga la racha actual del equipo, que ha pasado de estar en lo más alto del podium europeo a estar peleando por puestos de Champions en la Liga.
Ante una situación así, muchos son los objetivos de la afición sobre los que descargar el descontento por el mal rendimiento del equipo. Florentino, el equipo técnico, la plantilla. Ninguno se salva de la lluvia de críticas. Sin embargo, un jugador está sufriendo la presión de la afición más que ningún otro.
Todos señalan al mismo
Hablamos del galés Gareth Bale. El lateral esta desempeñando una segunda mitad de la temporada desastrosa. Sin pegada, sin velocidad, sin ambición. El jugador pasea por los terrenos de juego sin pena ni gloria, algo que se aprecia incluso cuando juega con su selección.
Es por esto que su nombre resuena cada vez que se habla de los cambios imprescindibles que deben ocurrir en el Madrid para que el año que viene haya posibilidades de competir.
La posibilidad de su traspaso crece por momentos. El que fue el fichaje más caro de la historia del Real Madrid allá por 2013, llegando a costar hasta 100 millones de euros, se presenta como la opción perfecta para refinanciar las arcas del equipo, imprescindible ahora que toca renovar el estadio y la plantilla.
Florentino sabe que, aunque Bale no está tan valorado como en otros años, su venta supondría un gran aumento sobre el presupuesto disponible para fichajes la temporada que viene. Y también sabe que la afición no le echaría de menos, algo que si ocurriría con la salida de Isco, Kroos o Modrich.
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