30/10/2019 - 12:08
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La Policía Nacional ha detenido en Valencia a tres miembros de una banda itinerante de piratas informáticos, que se desplazó desde Francia para piratear en España datos de tarjetas bancarias de ciudadanos.
A lo que se dedicaba la banda era a vaciarles las cuentas sacando dinero de los cajeros o comprando productos en tiendas.
Según informó este miércoles la Policía, y gracias a informaciones de Servimedia, a la banda de los arrestados se les intervinieron 4.050 euros en efectivo.
La banda era itinerante, pirateaban datos de las tarjetas bancarias de diferentes personas
Por otro lado, se les requisaron múltiples productos adquiridos de forma fraudulenta, equipos informáticos, teléfonos móviles utilizados para la comisión del delito y un vehículo con matrícula francesa.
Los tres detenidos de la banda se habían trasladado desde Francia para cometer los fraudes en España.
En la vivienda de Valencia donde se alojaban, fue localizada una completa ‘estación de trabajo’
Estaba formada por diversos equipos informáticos, monitores, equipos inalámbricos, dispositivos de enmascaramiento de la señal obtenida de la red y 29 teléfonos móviles.
Las investigaciones de la banda comenzaron durante el pasado mes de julio, cuando se registraron múltiples denuncias de fraude bancario en diversas comisarías del territorio nacional.
Clientes de una conocida entidad bancaria denunciaron haber sufrido ‘phishing’ y, posteriormente, un uso fraudulento de sus tarjetas de crédito mediante la extracción de dinero de cajeros automáticos, compra de ‘bitcoins’ y de productos de diversa índole.
La organización obtenía los datos de las tarjetas bancarias y desviaban los datos a monederos virtuales
Tras la recepción de las denuncias, los funcionarios policiales pudieron determinar que una la banda criminal obtenía los datos de las tarjetas bancarias.
Una vez obtenidos los dato de los clientes de esta entidad, procedían a desviarlos a monederos virtuales.
Cuando ya tenían en poder las claves, mediante el uso de un teléfono móvil operaban con las tarjetas bancarias sin necesidad de tenerlas físicamente.
Los arrestados lograban las contraseñas mediante el envío masivo de correos electrónicos a potenciales clientes de la entidad bancaria.
Hacían uso de un software malicioso y el empleo de diversas técnicas de ingeniería social.
El análisis de las denuncias recibidas determinó que la operativa bancaria fraudulenta solamente se efectuaba desde las provincias de Alicante, Barcelona y Valencia.
Aunque algunas de las víctimas se encontraban en cualquier punto del país.
Las personas de la banda investigadas residían habitualmente en Francia y se desplazaban a España únicamente para llevar a cabo las extracciones de dinero.
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