La recuperación de la inversión de Bankia será complicada

Caja Madrid se transformó en Bankia hace una década cuando la entidad madrileña absorbió seis entidades para formar el grupo financiero resultante.

En aquel momento, el Gobierno de Mariano Rajoy concedió cerca de cuatro mil quinientos millones de euros (4.465 mill). Dos años después, la crisis golpeó gravemente a la entidad y el Ejecutivo volvió a su rescate.

El Gobierno de España inyectó 17.959 millones de euros sobre la entidad financiera. La cantidad de dinero público que el Gobierno de Mariano Rajoy dejó en Bankia es mayor que 24.000 millones (24.069 millones).

Mariano Rajoy prometió que la absorción no costaría ni un euro a los españoles

El que fuera presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, afirmó que esta operación no costaría nada al bolsillo de los españoles. De aquella “inversión”, se han recuperado cerca de 3000 millones.

Esta cantidad está guardada en la entidad matriz que controla Bankia, BFA, que es propiedad del Estado. 961 millones proceden del cobro de dividendos. Y otros 2.122 millones de que se vendiesen dos paquetes de acciones: uno en 2014 del 7,5% del capital por 1.403 millones a un precio de 6,04 euros la acción actualizado con la agrupación de acciones que hizo Bankia en 2016. Y otra venta en 2017 del 7%, por 818 millones a 4,06 euros.

La gran pregunta que se siguen haciendo millones de españoles es ¿qué pasará con aquella cantidad cuando se confirme la fusión entre ambas entidades? La mayor parte del dinero no podrá recuperarse. Habría que multiplicar por 10 el valor de los títulos de Bankia, que se sitúa en unos 2.000 millones antes de la subida del 30% del viernes pasado en Bolsa. La pérdida se concretará el día que se venda. Así que el Gobierno puede mantener las acciones, esperar a que se revaloricen algo e ingresar dividendos.

La Caixa – Bankia (Caja Madrid): los rumores de una fusión se llevan 30 años gestando

La Caixa lleva seduciendo tres décadas primero a Caja Madrid y después a Bankia para conseguir la fusión que, a día de hoy, les convertiría en la entidad más grande de este país. En 1989, la prensa salmón del Grupo 16 anunció las intenciones del grupo financiero catalán. La negativa no desalentó a la entidad catalana, que siempre ha liderado el sector de las cajas de ahorros. Años después de aquella portada, estando Miguel Blesa al frente de Caja Madrid, Fainé habló de una posible fusión.

Fainé que ha sido uno de los grandes impulsores de dicha unión bancaria, pasó de dirigir La Caixa a presidir la Fundación del banco en el año 2017. Isidro Fainé ha considerado siempre que la mejor opción para realizar la fusión para la entidad catalana era Bankia, así, Caixabank tendría mayor presencia en Madrid, donde se encuentran los poderes del Estado. Además, Caixabank se encuentra en Valencia tras diversos enfrentamientos con la Generalitat de Catalunya.

La alianza entre ambas entidades podría tener un distanciamiento entre los dos grandes centros financieros

La unión entre CaixaBank y Bankia daría como resultado “CaixaBankia”. Esto se daría debido a una fusión por absorción donde la empresa con más protagonismo sería La Caixa. Los números de la entidad catalana son claros: triplican en beneficios a Bankia (1750 millones frente a 540 en 2019) pero, sólo duplican en personal a su compañero de viaje: 13’6 millones de clientes frente a 7’6 y 27.500 empleados frente a 15.947.

La sede parece que podría estar alejada de Madrid y Barccelona siendo Valencia la ciudad elegida para hospedar a la mayor entidad financiera de este país.

La presidencia del grupo podría recaer en el economista vasco José Ignacio Goirigolzarri, actual presidente de Bankia. Llegó a presidir la entidad tras el mandato de Rodrigo Rato que terminó en mayo de 2012.

El directivo siempre ha manifestado que se ha llevado bien con los dos ministros de Economía con los que le ha tocado lidiar, Luis de Guindos (PP) y Nadia Calviño (PSOE). Pero nunca ha sido partidario de una banca pública, al estilo de la que defiende Podemos. Con 66 años, aún tiene ganas de seguir en el mundo financiero. En enero de este año se le preguntó en la rueda de prensa de resultados hasta cuándo iba a estar al frente del banco y la respuesta fue rotunda: “Hasta que me echen los accionistas”.