Solo el 22,2 % de las bebidas alcohólicas ofrecen información nutricional

Cuatro de cada diez bebidas alcohólicas no incluyen en sus etiquetas advertencias sobre los riesgos asociados al consumo para mujeres embarazadas, menores y conductores. Además, solo el 22,2 % ha cumplido con su compromiso de ofrecer información nutricional, siendo la cerveza la que más se ajusta a esta norma.

Esta conclusión proviene de expertos de la Universidad Autónoma de Madrid, del Centro Nacional de Epidemiología (CNE) y del Grupo de Trabajo de Alcohol de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE), quienes presentaron un estudio sobre bebidas alcohólicas en la XLII Reunión Anual de esta sociedad científica, financiado por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.

Investigadores piden regulación del etiquetado de bebidas alcohólicas

Los investigadores instan al Gobierno a regular el etiquetado de las bebidas alcohólicas, ya que han comprobado que la autorregulación no es efectiva. Iñaki Galán, investigador del CNE, afirma: "Simplemente, no cumplen. Siempre ha sido así".

Esta es la primera investigación en Europa que evalúa la inclusión de advertencias sanitarias en las etiquetas de las bebidas alcohólicas, siguiendo una recomendación de la Comisión Europea de implementarlas antes de 2023 a través del Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer. También se trata de uno de los pocos estudios que examina el cumplimiento de la industria con respecto a su compromiso de proporcionar datos nutricionales, que varía según el tipo de bebida: la cerveza prometió ofrecer el 100 % de la información, mientras que las bebidas espirituosas se limitaron al 66 %.

En el caso del vino, no se estableció un compromiso específico, pero desde el 8 de diciembre, se requiere que se indique esta información en toda la producción posterior a esa fecha.

El análisis de la graduación

El estudio abarcó productos con una graduación superior al 1,2 % disponibles en los sitios web de cuatro cadenas de supermercados que representan el 40 % del mercado y en dos tiendas especializadas, excluyendo las bebidas "sin" o 0,0, que están obligadas a proporcionar esta información.

Aunque se identificaron 942 productos, solo se encontraron dos tercios en tiendas físicas: 170 cervezas, 306 vinos y espumosos, 68 licores, 48 vermús y aperitivos, y 35 de otras categorías.

De los 627 productos restantes, solo el 22,2 % incluía información nutricional, destacando las cervezas con un 56,5 %, seguidas de los licores (26,5 %), vermuts y aperitivos (16,7 %), y muy por detrás, los vinos y espumosos (2,9 %). Apenas el 2,4 % proporcionó información completa sobre energía y macronutrientes.

Un 27,3 % mencionó los ingredientes, siendo el 89,4 % de las cervezas las que lo hicieron, mientras que ningún vino o espumoso lo mencionó. Según el epidemiólogo, esto se debe a que la variabilidad en el vino, dependiendo de la uva, cosecha y región, puede dificultar la estandarización.

Sin embargo, "esto no debería ser una limitación, ya que las características nutricionales de una bebida alcohólica son bastante simples, dado que contienen muy pocas proteínas, sal o grasas".

Las desigualdades en el acceso a información nutricional

Además, con la nueva regulación europea, los ingredientes y valores nutricionales pueden mostrarse mediante códigos QR o enlaces a sus sitios web, lo que puede generar desigualdades en el acceso a la información, especialmente entre las personas de bajos recursos o de mayor edad.

En cuanto a las advertencias sobre el consumo, el 63 % de las bebidas analizadas incluía solo una advertencia sanitaria, siendo la más común "no consumir durante el embarazo" (56,5 %), seguida de "no consumir en menores de 18 años" (19 %) y "evitar el consumo antes de conducir" (9,1 %). Solo el 15,3 % presentaba dos advertencias y el 6,2 % tres. Mientras que el 81,8 % de las cervezas incluía alguna advertencia, solo el 50 % de los licores lo hacía.

Lecciones del tabaco y la búsqueda de un equilibrio

El sector de las bebidas alcohólicas se muestra reacio a incluir advertencias sanitarias, especialmente considerando lo que ocurrió con el tabaco, que inicialmente mostró mensajes pequeños, luego grandes, y finalmente adoptó un empaquetado genérico. Galán señala que aún no se han establecido criterios de estandarización para los mensajes por parte de la OMS.

"El alcohol tiene un efecto negativo sobre el cáncer, y nadie quiere poner eso", añade. Se está trabajando para encontrar un equilibrio, utilizando estudios cualitativos sobre cómo presentar esta información de manera efectiva.

Existen ejemplos en otros países donde, a pesar de la resistencia inicial, se han implementado etiquetas similares en las bebidas alcohólicas. Galán confía en que el Gobierno seguirá considerando todas las medidas de salud pública necesarias, apoyando así las iniciativas del Ministerio de Sanidad.