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Los últimos datos del Ministerio de Universidades revelan una tendencia preocupante en relación con la pérdida de becas entre los estudiantes universitarios de Grado en España.
Y es que, durante el curso académico 2020-2021, el 33,2 % de los universitarios que ingresaron en sus estudios de Grado perdieron su beca al año siguiente.
Esto representa un aumento significativo de 5,4 puntos porcentuales en comparación con el año académico anterior. A pesar de este incremento, es relevante destacar que esta tasa de pérdida de becas aún se encuentra por debajo de los niveles observados antes del inicio de la pandemia de COVID-19.
Diferencias regionales y tendencias en la retención de becas
El aumento en la pérdida de becas se ha reflejado en todas las comunidades autónomas de España, excepto en Cataluña. Las disparidades regionales son notables, con tasas que varían considerablemente.
Por ejemplo, en Asturias, la tasa de pérdida de becas alcanzó el 41,4 %, mientras que en Canarias fue del 28,5 %. Uno de los datos más destacados es el marcado incremento registrado en Extremadura, donde la tasa de pérdida de una beca aumentó en 12,5 puntos porcentuales en un solo año.
Asimismo, se observa una diferencia significativa en el comportamiento de inscripción entre los estudiantes becarios y aquellos que no reciben becas. Entre los becarios, solo el 2,9 % matricula créditos en segundas o sucesivas ocasiones durante el curso 2021-2022. En contraste, la población no becaria presenta una tasa mucho más alta, alcanzando el 15,8 %, lo que representa un aumento de aproximadamente tres puntos en comparación con el año anterior.
El impacto de las becas universitarias
Es esencial subrayar el impacto significativo que tienen las becas universitarias en la vida de los estudiantes. Durante el curso académico 2021-2022, un total de 514,375 estudiantes recibieron becas por un importe total de 1,226 millones de euros. Estas becas desempeñan un papel crucial en el acceso a la educación superior y en la reducción de las barreras económicas que pueden limitar las oportunidades educativas de los jóvenes.
A pesar de un aumento general en el número de beneficiarios en comparación con años anteriores, es relevante destacar que se registró una ligera disminución en relación con el curso anterior, tanto en el número de becados por convocatoria como en el importe total de una beca.
Este dato refleja la importancia de seguir trabajando para garantizar un acceso equitativo a la educación superior y para apoyar a aquellos estudiantes que dependen de estas becas para continuar sus estudios.
Así las cosas, estos datos subrayan la importancia de abordar el aumento en la pérdida de becas entre los estudiantes universitarios de nuevo ingreso en su primer año. Además, evidencian la necesidad de mantener y fortalecer los programas de becas universitarias como herramienta clave para asegurar un acceso equitativo a la educación superior en España.
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