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El Consejo de Ministros aprobó este martes un límite de gasto no financiero, conocido como techo de gasto, de 127.609 millones de euros para 2020, lo que supone un 3,8% más respecto al de 2019 (122.899 millones), y un objetivo de déficit para este ejercicio del 1,8% del PIB.
De esta forma, el Gobierno fija las bases sobre las que elaborar el proyecto de Presupuestos Generales del Estado de 2020, a falta de que tanto el techo de gasto como los objetivos de estabilidad sean aprobados por el Congreso y el Senado, tal y como establece la Ley de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera.
Los objetivos del Gobierno elevan el déficit una décima
En concreto, la nueva senda de estabilidad fija unos objetivos de déficit del 1,8% para 2020, 1,5% en 2021, 1,2% para 2022 y 0,9% en 2023, frente al déficit del 0,5% en 2020 y superávit del 0,1% en 2021 que fijó el PP en abril de 2018 en la senda que está vigente actualmente, que ya fue considerada entonces “poco realista” por organismos como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) y la Comisión Europea.
La portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, afirmó durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que esta nueva senda es “más realista y creíble” y que “está en sintonía con la situación económica”. Además, destacó que esta senda permitirá reducir el déficit y la deuda sin dañar el crecimiento económico al tiempo que se cumplen con los compromisos adquiridos con Bruselas.
En este sentido, cabe recordar que el déficit cerró 2018 en el 2,6% y que se estima que cierre 2019 por encima del 2%, por lo que el objetivo del 0,5% en 2020 fijado por el PP es inalcanzable.
Asimismo, el objetivo del 1,8% para 2020 establecido en esta nueva senda supone una décima de déficit más respecto al 1,7% que el Gobierno socialista previó el pasado octubre en el plan presupuestario que remitió a la Comisión Europea.
Previsiones económicas a la baja
Por administraciones, la nueva senda establece unos objetivos de déficit para las comunidades autónomas del 0,2% en 2020, 0,1% en 2021 y equilibrio presupuestario desde 2022, tal y como aprobó el pasado viernes el Consejo de Política Fiscal y Financiera.
Para la administración central la meta es del 0,5% en 2020, del 0,4% en 2021, 0,3% en 2022 y 0,1% en 2023. En cuanto a la Seguridad Social, el objetivo es que obtenga un déficit del 1,1% este año, del 1% en 2021, del 0,9% en 2022 y del 0,8% en 2023. Por último, para las corporaciones locales se mantiene el objetivo de equilibrio presupuestario que ya han registrado en los últimos años.
Así, Montero subrayó que esta senda deja “una pendiente más suave para las comunidades autónomas y la Seguridad Social que la que se autoimpone la administración central”, y que será ésta última la que tenga que hacer un mayor esfuerzo para reducir el déficit.
Objetivos optimistas del Gobierno
En cuanto a la deuda pública, los objetivos son del 94,6% sobre PIB para 2020, 93,4% en 2021, 91,7% en 2022 y 89,8% en 2023. Estos objetivos también suponen flexibilizar la senda marcada por el PP en 2018, ya que fijaba un 92,4% para 2020 y del 89,1% en 2021.
Por administración, el objetivo de deuda para la Administración Central y la Seguridad Social es del 69,2% en 2020, 68,6% para 2021, 67,7% en 2022 y 66,6% en 2023.
Para las comunidades autónomas la meta es del 23,4% este año, 22,8% en 2021, 22,1% en 2022 y 21,4% en 2023; mientras que para las corporaciones locales el objetivo será del 2% en 2020 y 2021, del 1,9% en 2022 y del 1,8% en 2023.
Además, en lo que respecta a la tasa de referencia de crecimiento, también conocida como regla de gasto, el Gobierno la fija en el 2,9% en 2020, 3% para 2021, 3,2% para 2022 y 3,3% en 2023.
Una senda de estabilidad más flexible con los compromisos económicos
Esta es la segunda ocasión en la que el Gobierno liderado por Pedro Sánchez trata de flexibilizar la senda de estabilidad, después de hacerlo en junio de 2018, nada más llegar a Moncloa, aunque en dicha ocasión no pudo culminar la modificación al toparse con la mayoría absoluta del PP en el Senado.
El siguiente paso a dar por el Gobierno en este ámbito será presentar el techo gasto y la nueva senda de estabilidad en el Congreso de los Diputados y el Senado para que, una vez aprobados por la mayoría parlamentaria de cada una de las Cámaras, el Ejecutivo elabore y presente en la Cámara Baja el proyecto de Presupuestos.
El Ejecutivo rebaja su previsión de crecimiento
En la misma línea, el Gobierno ha rebajado en dos décimas su previsión de crecimiento económico para 2020, desde el 1,8 al 1,6%.
Además, las previsiones elevan también la tasa de desempleo prevista al 13,6% desde el 12,6% fijado en el cuadro macroeconómico que incluyó en el Plan Presupuestario 2020 enviado a Bruselas el pasado mes de octubre.
En este sentido, la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, defendió la necesidad de “compaginar el crecimiento inclusivo” con la “sostenibilidad” de las cuentas públicas. Asimismo, reivindica que están alineadas con las previsiones de organismos nacionales e internacionales que son coincidentes en que “España seguirá creciendo por encima de la media europea” en “los próximos años”.
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