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Brasilia, 8 ene (EFE).- El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, reunió por segunda vez a sus 22 ministros tras su primera semana en el poder, para pedirles celeridad en la definición de políticas, ya que "el país no puede esperar más".
Bolsonaro, capitán de la reserva del Ejército y líder de una ultraderecha que estaba adormecida hasta las elecciones de octubre pasado, había convocado a su primer consejo de ministros la semana pasada y hoy repitió el encuentro, pero a diferencia del anterior, este acabó sin que se informe en detalle sobre lo tratado.
Esta vez la reunión fue, según escribió Bolsonaro en sus redes sociales, "para oír a cada uno de los ministros" sobre sus "planes y propuestas" para reducir el tamaño del Estado, que es una de sus grandes metas del Gobierno, y "medidas de rápida implementación".
Según el mandatario, que desde la campaña electoral mantiene sus redes sociales como su principal medio de comunicación, "el país no puede esperar más" y el Gobierno debe actuar con celeridad.
El ministro de Seguridad Institucional, general Augusto Heleno Ribeiro, dijo a los periodistas que en la reunión fueron abordados los más diversos asuntos y que cada uno de los 22 miembros del gabinete presentó un resumen de lo que han encontrado en sus despachos tras una semana en el cargo.
También comentó que uno de los asuntos tratados fue seguridad y, en especial, la situación en el estado de Ceará, en el noreste del país, que desde hace seis días sufre una ola de violencia desatada al parecer por bandas delictivas que operan desde el interior de las cárceles.
El propio Bolsonaro pareció referirse a ese asunto en un mensaje que divulgó, también a través de sus redes sociales, una vez que la reunión ministerial concluyó.
"Presidente, gobernadores, alcaldes, diputados federales, regionales, concejales y el Poder Judicial tienen que ser demandados para que días mejores vengan en la seguridad pública", escribió.
Según el mandatario, "actuar en conjunto" y sin evasiones "es un gran paso para dar respuesta a lo que los brasileños tanto piden".
Fuentes de la Presidencia dijeron a Efe que se trató rápidamente sobre la reforma del sistema de jubilaciones, que es considerado como uno de los factores que más presionan el abultado déficit del sector público, pero que no se ha llegado a ninguna conclusión.
Eso lo confirmó el general Ribeiro, quien explicó a periodistas que "todavía no hay ningún esbozo" del proyecto que será presentado al Congreso, que se instalará el mes próximo, tras un receso que comenzó a mediados de diciembre pasado.
El trámite de ese proyecto, que propondrá medidas para endurecer el acceso a la jubilación y unas edades mínimas para poder disfrutar de ese beneficio, que hoy no son un requisito en el país, dependerá en partes del resultado de la elección del nuevo presidente de la Cámara de Diputados, prevista para la primera semana de febrero.
El Partido Social Liberal (PSL), al que pertenece Bolsonaro, ya ha anticipado su apoyo a Rodrigo Maia, quien actualmente preside la Cámara baja y es del partido Demócratas (DEM), el mismo del influyente ministro de la Presidencia, Onyx Lorenzoni.
Maia es un firme defensor de la impopular reforma del régimen de jubilaciones y ya ha obtenido el apoyo para seguir en el cargo de la mayoría de los partidos de centro y derecha que ocuparán la mayoría de los 513 escaños de la Cámara de Diputados.
La minoritaria oposición de izquierdas, que constituye el único obstáculo a ese proyecto, apenas tendrá unos 140 asientos y hasta ahora sigue desarticulada por el fuerte avance de todas las fuerzas conservadoras, que fueron en parte a remolque de Bolsonaro.
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