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El Bono Social Térmico es un apoyo financiero proporcionado por el Gobierno de España a ciertos individuos. Esta medida permite obtener un subsidio de hasta 373,17 euros para cubrir los gastos de electricidad y la factura de luz.
En particular, esta ayuda está dirigida a mitigar la carga económica de las familias más necesitadas en relación al consumo de energía eléctrica. Es decir, se enfoca en aquellas personas que podrían estar en riesgo de perder el suministro eléctrico debido a dificultades para pagar las facturas.
Según 'Mapfre', el objetivo principal es combatir la pobreza energética en España. Este beneficio se otorga a grupos específicos de consumidores vulnerables, permitiéndoles hacer frente a los pagos de la calefacción, agua caliente y cocina durante los meses de invierno.
Así funciona el Bono Social Térmico
A partir del año 2023, el Bono Social Térmico ha sido renombrado como Bono Social de la Factura de la Luz. El monto del cheque de ayuda que se recibe varía según el municipio donde resida la familia en situación de vulnerabilidad.
El Gobierno de España ha establecido una escala de la letra 'A' a la 'E' para determinar la temperatura de cada zona geográfica. Es importante tener en cuenta que el gasto en electricidad puede variar según las condiciones climáticas de cada región de España.
De este modo, el cheque de ayuda tiene un valor mensual que depende de la categorización de la zona. El importe del Bono de la Factura de la Luz puede oscilar entre 25 y 373,17 euros.
En cualquier caso, el Gobierno de España marca una serie de requisitos básicos para tener derecho a cobrar el Bono de la factura de la luz o Bono Social Térmico. Por ejemplo, el cheque ayuda solamente lo podrá solicitar la persona titular del contrato de suministro de energía.
Además, la vivienda sobre la que se solicita el Bono, debe tener contratada una potencia igual o inferior a 10kW. Así lo establece la normativa del Gobierno de España al respecto.
Otro requisito es ser titular de una pensión mínima. Por ejemplo, los jubilados y pensionistas mayores de 60 años deben ser titulares de una pensión mínima por jubilación o incapacidad permanente y no superar los ingresos anuales establecidos por la normativa.
Las familias numerosas con tres o más hijos también podrán solicitar el cheque ayuda del Bono Social Térmico. Eso sí, siempre que se cumplan los requisitos oportunos.
Además, el punto clave es que la familia solicitante acredite encontrarse en una situación de vulnerabilidad. Para establecer el riesgo de vulnerabilidad, se tienen en cuenta elementos como la renta anual, composición del hogar o grado de discapacidad de los miembros de la familia.
En caso de tratarse de una persona que vive sola, la renta anual máxima no puede ser superior a 12.600 euros para tener derecho a cobrar el cheque ayuda del Bono de la factura de la luz. Con más miembros en la unidad familiar, el nivel de ingresos máximo puede aumentar hasta los 25.200 euros al año.
La pobreza energética es un problema que afecta a muchas personas en todo el mundo
Para combatir este problema, muchos países ofrecen este tipo de ayuda económica destinada a las personas que tienen dificultades para pagar sus facturas de electricidad. Sin embargo, en algunos casos, las personas que necesitan esta ayuda se enfrentan a trabas burocráticas y administrativas para obtenerla.
En un reciente artículo publicado en 20minutos.es, se aborda esta problemática de acceso al bono social eléctrico. El texto presenta la historia de una persona que, debido a las dificultades para acceder al bono social eléctrico, se sentía abrumada y tentada a abandonar el proceso. La persona relató que las trabas burocráticas eran tantas que, en ocasiones, no sabía qué documentos eran necesarios y sentía que perdía el tiempo.
Los problemas comenzaron con la muerte de su marido justo después del confinamiento al que obligó la pandemia. Un cáncer se lo arrebató, y con él se llevó el principal salario que estaba entrando en casa. Antes del coronavirus, ella aportaba algo de dinero extra, pero con el encierro domiciliario esa pequeña fuente de ingresos se secó. "Yo tenía una vida normal pero me arruiné", manifiesta, antes de especificar que ahora cuenta con su pensión y el sueldo de su hijo.
La situación descrita en el artículo ilustra la necesidad de simplificar los procesos de acceso al bono social eléctrico, de manera que se puedan reducir las trabas administrativas y burocráticas que dificultan el acceso a esta ayuda económica. A su vez, esto permitiría que más personas en situación de pobreza energética puedan obtener el apoyo que necesitan para tener acceso a servicios básicos como la electricidad.
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