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Río de Janeiro, 29 mar (EFE).- La Agencia Nacional del Petróleo (ANP) de Brasil obtuvo hoy un récord de 8.000 millones de reales (unos 2.424,2 millones de dólares) en una subasta en la que otorgó 22 concesiones petroleras en aguas marinas pese a que excluyó del concurso a última hora las dos áreas más apetecidas.
La decisión del miércoles del Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU, Contraloría) de impedir la concesión de dos áreas de exploración en la cuenca marina de Santos con las que la ANP esperaba recaudar hasta el 70 % de toda la renta prevista para hoy no impidió que las grandes multinacionales hicieran elevadas ofertas por las otras concesiones.
Al final de la subasta, la ANP obtuvo propuestas por 22 de las 47 áreas marinas que ofreció en concesión pero no recibió ninguna oferta por las 21 áreas terrestres que pretendía subastar en las cuencas sedimentares de Paraná y Parnaíba.
Doce de las veinte multinacionales inscritas para la subasta, once de las cuales eran extranjeras, obtuvieron licencias en el concurso de este jueves, en que Brasil consiguió adjudicar el 32 % de las 68 concesiones que ofreció.
El valor recaudado en la subasta de hoy, la decimoquinta realizada por la ANP desde que Brasil puso fin al monopolio de Petrobras en 1999, superó los 3.840 millones de reales (unos 1.163,6 millones de dólares) obtenidos en el concurso de septiembre pasado y que era hasta ahora un récord en concesiones petroleras.
En la subasta de septiembre pasado el regulador recibió ofertas por 37 de los 287 áreas que ofreció entonces en concesión de 17 grandes multinacionales.
El valor récord de este jueves obedeció al alto valor que las multinacionales pagaron por los derechos para explotar las nueve áreas en la cuenca marina de Campos ofrecidas en la subasta.
El mayor vencedor, además de la estatal Petrobras, fue nuevamente la estadounidense Exxonmobil, que se adjudicó cuatro de las nueve concesiones ofrecidas en la cuenca de Campos, dos como operador y otras dos en consorcios en que se asoció a la brasileña.
Estas cuatro concesiones, vencidas por dos consorcios en que Exxon (40 %) se asoció a Petrobras (30 %) y a la noruega Statoil (30 %) y por otros dos en que la estadounidense (40 %) participó con Petrobras (30 %) y la qatarí QPI (30 %), tuvieron un costo de 6.780 millones de reales (unos 2.054,5 millones de dólares), el 85 % del total recaudado este jueves por la ANP.
Los otros vencedores en la subasta de concesiones en la cuenca de Campos fueron la española Repsol (40 %), que se adjudicó derechos sobre dos áreas en un consorcio junto a la estadounidense Chevron (40 %) y a la alemana Winstershall (20 %), y las británicas BP Energy, con dos bloques, y Shell, con otro.
Los vencedores, además, pagaron un sobreprecio promedio del 680 % sobre el valor mínimo exigido por el Gobierno por cada una de las nueve concesiones de la cuenca de Campos.
Exxon también es el operador, con 64 %, de un consorcio con QPI (36 %) que se adjudicó dos de las tres concesiones que fueron ofrecidas en la cuenca marina de Santos.
E igualmente lideró otro consorcio, con 50 %, junto a la estadounidense Murphy (20 %) y a la brasileña Queiroz Galvao (30 %), que venció la subasta por las dos concesiones ofrecidas en la cuenca marina de Sergipe-Alagoas.
La otra área concedida en la cuenca de Santos lo obtuvo un consorcio integrado por Chevron (40 %), Wintershall (20 %) y Repsol (40 %).
Las otras siete concesiones, en la cuenca marina Potiguar, se las adjudicaron Petrobras, Shell y Wintershall.
La alta recaudación de hoy sorprendió al Gobierno, que solo esperaba ese valor con la suma de las dos concesiones petroleras programadas para este año.
"Extrapoló nuestras expectativas y nuestro optimismo", admitió el secretario de Petróleo del Ministerio de Minas y Energía, Marcio Felix, para quien la subasta podría haber generado hasta 12.000 millones de reales (unos 3.636,4 millones de dólares) si no hubiera sido por la exclusión de las dos concesiones más valiosas.
El funcionario atribuyó el éxito de la subasta a las reformas introducidas en los últimos meses para aumentar el interés de las petroleras extranjeras, como la menor exigencia de equipos fabricados en Brasil en las operaciones.
"Quedó comprobado que las aguas profundas brasileñas están entre las áreas que más atraen a las petroleras actualmente en el mundo", dijo por su parte el presidente de Petrobras, Pedro Parente.
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