Los jóvenes encuestados tienen claro que para detenerlo hay que unirse y decirle al agresor que pare (79,2 %) o decírselo a un profesor o adulto (77,8 %).
El bullying se asocia en el ámbito anglosajón a cualquier tipo de maltrato y acoso. Pero en España y Europa se relaciona más directamente al maltrato y acoso entre estudiantes.