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Nuria Escalante, de 52 años, desapareció el pasado 31 de octubre de 2018. Viajó a Ibiza en busca de trabajo y no volvió. La Guardia Civil detuvo al presunto asesino, Sebastián, de nacionalidad polaca.
Las últimas imágenes de Nuria con vida
Nuria y Sebastián pasearon de la mano el día de su desaparición dirigiéndose al hotel donde dormían. Horas después, las cámaras de seguridad de la zona grabaron cómo, según la Guardia Civil, Sebastián empuja un carrito de la compra en cuyo interior iría el cadáver de Nuria.
En las imágenes emitidas en el programa 'Espejo Público' de 'Antena 3', se puede ver cómo las piernas de la mujer sobresalen hacia arriba.
La versión de Sebastián se basa en afirmar que dentro del carrito de supermercado había un motor de barco robado esa misma noche. Además, asegura que él se fue a las 8:00 horas del hotel y que, a partir de ahí, ya no sabe qué ocurrió con Nuria.
Los investigadores sostienen que esa noche, Sebastián salió hasta en diez ocasiones, donde en una de ellas incluso se le vio volver con una maleta.
Las autoridades decidieron detener a cinco personas que se encontraban en el interior del hotel donde se le perdió la pista a Nuria, entre ellas a Sebastián. A día de hoy, es el único que todavía se encuentra en prisión.
Varios expertos se encuentran estudiando las grabaciones para analizar si es posible que el cuerpo de Nuria se encontrase en el interior del carrito en tan extraña posición. Otra de las opciones que se barajan es que efectivamente cargara con un motor, pero ocultando el cadáver de la mujer.
Nuevos avances en la investigación sobre el asesinato de Nuria Escalante
Efectivos de la Guardia Civil han retomado el jueves 08 de julio de 2021 a las 08.00 horas en una vivienda de Sant Antoni los trabajos de búsqueda de alguna pista relacionada con la desaparición de Nuria Escalante.
Según han informado a Europa Press fuentes cercanas al caso, se espera encontrar alguna pista relacionada con la investigación, por lo que se continúa rastreando la misma vivienda de la calle Picasso donde comenzaron los trabajos.
El cuerpo de Escalante fue buscado en numerosas zonas de Sant Antoni como casas abandonadas, pozos o torrentes.
Durante el proceso, la defensa de los implicados recordó que no se habían hallado restos del perfil genético de Escalante ni en la casa del hombre polaco ni en la de los otros investigados. Tampoco las imágenes captadas por las cámaras de seguridad de Sant Antoni pudieron demostrar si el principal sospechoso trasladó en un carro de supermercado el cuerpo de la mujer en la noche de su desaparición.
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