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Las energías renovables son fundamentales para mitigar el cambio climático, reducir la contaminación, fortalecer la seguridad energética, impulsar el crecimiento económico y crear un futuro más sostenible y equitativo. Su promoción y adopción son esenciales para construir una sociedad resiliente y preservar el planeta para las generaciones futuras.
Ya suponen un 30 % en la generación de electricidad en el mundo y su peso crece a ritmo de crucero, pero representan un porcentaje bastante marginal en la calefacción y en la producción de combustibles, que siguen siendo el grueso del consumo de energía.
Calefacción y combustibles, asignaturas pendientes de las renovables
Un informe publicado por el lobby de las energías renovables, REN21, alerta sobre la "falta de atención" que se presta a estos segmentos energéticos y también subraya la insuficiente diversificación tecnológica más allá de la energía solar y eólica.
Esta falta de diversificación plantea desafíos para lograr una transición energética completa y efectiva.
REN21 recuerda que la calefacción supone el 49 % de la demanda energética y los combustibles, sean sólidos, líquidos o gaseosos, un 29 %.
Obstáculos en el despliegue de redes eléctricas
La expansión de las energías renovables requiere el despliegue de redes eléctricas eficientes para transportar la energía generada. Sin embargo, se enfrenta a obstáculos como los procesos administrativos largos y complejos, así como la oposición de grupos locales que se oponen a la instalación de estas redes.
Estos desafíos deben abordarse para garantizar una transición energética fluida y eficiente.
La importancia de abordar la calefacción y los combustibles
Aunque las energías renovables han mostrado un desarrollo prometedor en la generación de electricidad, su presencia en estos sectores es aún limitada. Es fundamental abordar estos sectores para lograr una transición energética integral.
Se espera un aumento en la electrificación del transporte y la calefacción, impulsado por el creciente uso de bombas de calor. Sin embargo, existe un desafío importante en el otro 50 % de la demanda que no estará electrificada para mediados de siglo.
Para abordar este desafío, se deben explorar vías de desarrollo como la geotermia, la biomasa y los combustibles sintéticos basados en hidrógeno verde.
La necesidad de eliminar las subvenciones a los combustibles fósiles
Un aspecto prioritario para el lobby de las energías renovables es poner fin a las subvenciones a los combustibles fósiles. En la actualidad, solo el 5 % del hidrógeno utilizado en la industria y el transporte proviene de fuentes renovables, lo que significa que el 95 % restante se produce a partir de combustibles fósiles, contribuyendo al calentamiento global.
Eliminar estas subvenciones fomentaría el desarrollo y la adopción de energías renovables.
Retos en los permisos y la concentración de tecnologías
REN21 destaca la necesidad de acelerar la concesión de permisos para nuevos proyectos de energías renovables y la construcción de redes.
Existen proyectos con capacidad de un teravatio que están pendientes de construcción o conexión a la red debido a retrasos en las autorizaciones o falta de inversión en infraestructuras eléctricas.
Además, existe una concentración geográfica y tecnológica en las energías renovables, siendo la energía solar y eólica las dominantes, mientras que otras tecnologías, como la hidroeléctrica, la geotérmica y la bioenergía, representan una proporción menor.
La inversión en energías renovables se concentra en gran medida en China (55 %), Europa (11 %) y Estados Unidos (10 %), mientras que regiones como África y Oriente Medio reciben solo el 1.6 % de la inversión. Es necesario promover una distribución más equitativa de la inversión en energías renovables para impulsar su adopción global.
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