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Hacía años que la Semana Santa se presentaba lluviosa y con mal tiempo. ¿Dónde ha quedado eso de 'Abril, aguas mil'? Abril, para ser abril, ha de tener aguas mil. Abril, aguas mil, sino al principio al medio o al fin. En abril, unas ir y otras venir. Las aguar raditas de abril, unas ir y otras venir. Abril abrilero, cada día dos aguaceros. Parte su tiempo abril entre llorar y reír. Abril, tan pronto llorar como reír. Abril es lluvioso y señoril....
El ambiente agradable de estos días, con muchas horas de sol, lluvias escasas y temperaturas y un calor más propio de junio que de primavera, se prolongará hasta este martes porque un frente atlántico traerá un ambiente más propio de esta época del año con un desplome térmico de hasta 10 grados en el norte peninsular.
“Después de una Semana Santa caracterizada por la ausencia de lluvias y las temperaturas altas para la época del año, tenemos por delante unos días con tiempo similar. El miércoles, sin embargo, el paso de un frente dejará lluvias en el tercio norte y un descenso acusado de las temperaturas, que entre esa jornada y el jueves se extenderá por todo el país para volver transitoriamente a valores térmicos más propios de esta época del año”, según Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
Si estabas pensando en hacer ya el cambio de armario, mejor deja alguna chaquetita a mano por si este jueves refresca. No obstante, Del Campo añadió que “lo más probable es que a partir del viernes las temperaturas vuelvan a subir y el ambiente de nuevo sea calor para estas fechas, especialmente en el sur de la península, donde podrán superarse los 30 grados”. “Además, continuará el tiempo seco sin apenas precipitaciones”, comentó.
Seguiremos con calor para la época del año y con muy pocas lluvias
Salvo el descanso que las temperaturas nos brindarán este jueves, seguiremos con la tónica de los primeros días del mes de abril y también de marzo, que fue el segundo marzo más cálido y el segundo más seco del siglo XXI en España.
Los termómetros marcarán 32 grados en Granada; 31 en Albacete, Córdoba y Sevilla, y 30 en Ciudad Real y Toledo. En cambio, suavizará más en Santander (16), San Sebastián (18) y A Coruña, Oviedo y Pontevedra (19).
Las temperaturas serán más habituales de mediados de junio en Ciudad Real y Toledo (30), Zaragoza (29), Teruel (28) y Cuenca (27); finales de junio en Córdoba y Sevilla (31), Jaén (29) y Logroño (25), y finales de junio y comienzos de julio en Granada (32) y Albacete (31).
Por otro lado, el sol brillará en la mayor parte de España, con pocas excepciones. Así, habrá intervalos nubosos en Galicia y el Cantábrico, con probables precipitaciones débiles, e intervalos de nubes altas en el resto de la mitad norte peninsular.
¿A qué viene este calor?
Sin duda, lo que estamos viviendo se trata de una muestra del aumento del calor causado por el cambio climático, lo que influye de sobremanera en fenómenos extremos como los ciclones tropicales, y en la cantidad de lluvias, que será menos de lo normal dependiendo del lugar del planeta.
Se espera que 2023 sea un año con calor aún más extremo que 2022. Con efectos devastadores que afectarán a diferentes regiones del planeta.
De hecho, 2023 marcará el décimo año consecutivo en que las temperaturas están al menos un grado —en promedio— por encima de la media preindustrial. Se espera que la Tierra experimente un aumento de temperatura de entre 1,08º y 1,32º Celsius por encima de la media registrada en 1900, que fue cuando empezamos a quemar combustibles fósiles.
El incremento y la llegada del calor extremo en 2023 está influenciado por dos grandes motivos. Por un lado, el fin del ciclo de La Niña, que suele atraer temperaturas más bajas en la superficie del océano Pacífico. Este ciclo suele ser de tres años y termina en 2023.
Por otro lado, están las emisiones de gases causantes del efecto invernadero que continuarán aumentando, superando los récords de 2022. Acercándonos cada vez más a un desastre climático inevitable.
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