Nuevo proyecto del Centro Dramático Nacional para adaptar sus funciones de teatro a personas con discapacidad auditiva

La capacidad que tiene el arte para transmitir emociones es sin duda muy potente. Un concierto, una obra de arte, o una representación de teatro, son experiencias que no deberían contar con ninguna barrera de accesibilidad. Aunque muchos eventos de esta naturaleza ya cuentan con diversas formas de hacer los espacios accesibles, aún sigue haciendo falta dar un paso más en cuanto a la accesibilidad para las personas con discapacidad auditiva.

Por eso, desde los teatros del Centro Dramático Nacional (CDN), el María Guerrero y el Valle-Inclán, han iniciado un nuevo proyecto recientemente, para poner en marcha un bucle magnético individual y sonido amplificado con auriculares, para hacer más accesibles las funciones de estos teatros para las personas con discapacidad auditiva. Se trata sin duda, de un compromiso por la cultura inclusiva y la lucha por los derechos de las personas con diversidad funcional.

El teatro adaptado a las personas con discapacidad auditiva

Desde el CDN han explicado más sobre la instalación de estas dos tecnologías y las ventajas que traerán ambas para las personas con discapacidad auditiva, en una nota recogida por Servimedia. Por un lado, han defendido la instalación de bucles magnéticos individuales frente a los perimetrales, por su "movilidad y flexibilidad".

De esta misma forma, también destacan la ventaja de que al “no requieren instalación, los espectadores pueden sentarse en cualquier lugar del recinto y los receptores permiten controlar el volumen de manera individual”. Así, los usuarios con discapacidad auditiva, podrán escoger el sistema de escucha correspondiente, independientemente de si tienen prótesis auditiva o de si su audífono es compatible con la posición T (bucle magnético).

Por su parte, las personas que quieran oír mejor la función podrán hacerlo a través de unos auriculares conectados a los receptores FM de transmisión de sonido. Estos serán entregados por el personal de sala en lugares convenientemente señalizados en la entrada de los teatros a quienes lo soliciten al acceder al recinto.

Estos sistemas, que aprovechan los avances tecnológicos, se suman a las medidas de sobretitulado adaptado a las personas con discapacidad auditiva según la Norme UNE 153010, así como a la audiodescripción que ya funcionan en las salas, tanto del teatro Valle-Inclán como en el María Guerrero, durante las funciones accesibles que se programan a lo largo de toda la temporada.

La cultura inclusiva es un derecho

Con la introducción de estas tecnologías, el Centro Dramático Nacional, da un paso más en lo referente a cultura inclusiva y sirve como ejemplo para otros espacios para poder llegar al mismo punto en la labor de hacer del arte y la cultura algo accesible para todos. El tener este acceso es un derecho para todas las personas.

Por eso, programas de adaptación como estos son esenciales para proteger y hacer realidad los derechos de las personas con discapacidad auditiva y con diversidad funcional.