Las personas mayores no deben dejar de andar en bici

A menudo, las personas mayores dejan de realizar actividades como andar en bicicleta que le da mucha autonomía y entretenimiento. Hace años surgió en Dinamarca un movimiento llamado “Ciclismo sin edad”. El creador de este movimiento es Ole Kassow. Este hombre danés pasó junto a un asilo de ancianos y se preguntó cuántas personas mayores echaban de menos la libertad que da el ciclismo.

Por ello, Kassow decidió alquilar un rickshaw y accedió a dar un paseo con los residentes. Su primera pasajera fue Gertrud, quien le pidió ir a la zona de Langelinie, en Copenhague. Era un lugar especial para ella; había emigrado a Groenlandia después de la Segunda Guerra Mundial y era ahí donde solían atracar los barcos de Groenlandia. Gerturd le contó todos los detalles y, en el transcurso de una hora, formaron un vínculo. La experiencia había sido enriquecedora tanto para el piloto como para el pasajero.

La salida de Gertrud fue el comienzo de "Ciclismo sin edad"

El gerente del asilo llamó al día siguiente a Kassow y se interesó por qué había hecho al día anterior con su residente. Tras ello, la idea llegó a una persona del Gobierno danés y se compraron más bicicletas para poner en marcha “Ciclismo sin edad”. Equipados con sus nuevos vehículos, reunieron a ciclistas voluntarios y sacaron a dar un paseo a diez residentes de hogares de ancianos.

La noticia circuló de boca en boca y al día siguiente se habían inscrito 30 nuevos voluntarios. Muy pronto, otras ciudades de Dinamarca quisieron participar y la costumbre ha seguido creciendo desde entonces. Hoy, el movimiento se ha extendido a 50 países de todo el mundo, con más de 2500 grupos participantes.

“Ciclismo sin edad” lucha contra la discriminación

El movimiento de “Ciclismo sin edad” explica que a través de la bicicleta se han unido generaciones, fronteras sociales o países. Los principales objetivos de este movimiento son luchar contra la discriminación de las personas mayores. Las relaciones ayudan a generar confianza, experimentar felicidad y mejorar la calidad de vida. Son clave para preservar las historias de las generaciones anteriores que de otro modo serían olvidadas.

Los ciclistas voluntarios se involucran con sus pasajeros, escuchan sus historias y luego las comparten con sus amigos y familiares, asegurándose de que perduren en el tiempo. Además, este ejercicio es bastante positivo entre las personas mayores que no hablaban con sus vecinos y ahora les cuentan cómo son sus paseos en bicicleta.

Para las personas con discapacidad visual, la experiencia ha sido sentir el viento en el cabello, asimilar los olores y los sonidos. Los miembros de “Ciclismo sin edad” creen que la vida en un hogar de ancianos debe ser un lugar de alegría y movilidad continua y animan a todos a mejorar muchas vidas invitando a un vecino anciano, o a un completo extraño, a pasear por ciudades y campos.