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Desde 1985, Fundación Codespa trabaja para acabar con la pobreza en el mundo a través de proyectos y donaciones que les permiten romper el círculo de pobreza extrema en lugares desfavorecidos de América, África y Asia de forma escalable y guiar a las comunidades hacia la prosperidad.
¿Qué es el círculo de pobreza?
Aunque Peter Bauer (London School of Economics) ya definía a esta teoría en 1975 como "sin validez", ya que anula por definición la capacidad de desarrollo de las regiones, la tesis del círculo de pobreza (que otras denominaciones amplían a "círculo vicioso de pobreza"), establece que la pobreza crea en sí misma misma obstáculos irremontables. Es decir, si una persona, grupo, sociedad o país es pobre, su condición se halla sujeta a perpetuarse indefinidamente. Así, en 1953 el profesor Ragnar Nurkse escribió "un país es pobre porque es pobre".
Bauer menciona otras tesis que ponen de relieve factores como elementos clave de la teoría del círculo de pobreza, incluyendo (sic) la estrechez de los mercados que dificultan la aparición de la especialización necesaria para la obtención de rentas elevadas; escasa demanda, insuficiente para la inversión rentable; rentas gubernamentales insuficientes para los servicios públicos; desnutrición crónica o enfermedades congénitas responsables de la pobreza persistente. Pero la mayor parte de las formulaciones tradicionales se centran en el bajo nivel de renta como un obstáculo para ahorrar, lo cual impide la formación de capital necesario para obtener rentas elevadas.
El trabajo de Fundación Codespa por romper con el círculo de pobreza y fomentar el desarrollo
En su empeño por contribuir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible que marca Naciones Unidas en su Agenda 2030, algunos de los proyectos más recientes de Codespa son, por ejemplo, generar soluciones contra la desnutrición en Chiquimula, en Guatemala, fomentar el arte de las mujeres indígenas de Bolivia y Perú o promover el buen uso del agua en las actividades domésticas y agrícolas de Cunene, al sur de Angola. La ONG asegura que ya han logrado ayudar a más de 5 millones de personas en su camino hacia un futuro próspero. En total, son 129.402 personas las que pasaron en 2020 "de la pobreza a la prosperidad" gracias a 67 proyectos repartidos en 11 países.
"Hay millones de personas en el mundo que se enfrentan cada día a los problemas derivados de la penuria económica, el hambre o la guerra. Son personas que viven en contextos de extrema pobreza, agravada por la inestabilidad política y social. Personas que, sin oportunidades a su alcance, se han quedado atrás", lamenta Codespa en su memoria 2020.
En su plan estratégico 2020-2022, Codespa pretende llevar oportunidades a 10 millones de personas, para lo que precisan ampliar la cartera anual de proyectos y consulroría e incrementar el número de personas con la que trabajan en contexto de pobreza.
La Fundación también desarrolla una continua labor de investigación para la innovación social a través de publicaciones y de concienciación social mediante conferencias, talleres y asesoramiento a empresas que buscan integrar su contribución social en sus estrategias de Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
La formación, un valor esencial para el desarrollo
Tal y como explica Codespa, "el acceso al desarrollo de capacidades es una vía esencial para conseguir un empleo digno, y con ello, mayores oportunidades para generar ingresos y mejorar las condiciones de vida". Por eso, el trabajo de la Fundación, centrada en romper con el círculo de pobreza en países en vías de desarrollo, también radica en incorporar actividades formativas a sus proyectos, con el fin de facilitar la práctica de habilidades personales y competencias profesionales a los que lo necesitan. "Muchas comunidades vulnerables de todo el mundo no tienen acceso al desarrollo de estas capacidades, quedando atrapadas en el círculo de la pobreza", apuntan.
En este aspecto, desarrollan programas de formación técnica y profesional según las oportunidades de mercado de cada región, con ofertas de trabajo y planes de inversión en infraestructuras para la región y recursos naturales locales. "Esto ayuda a reforzar no solo la confianza como líder y empleado, sino también a hacer crecer la economía local cuando Codespa no esté allí".
Su actividad en este ámbito va más allá, ya que también ofrecen formación en gestión microMBA para empresarios de pequeños negocios locales, además de enseñar a crear asociaciones cooperativas y a mejorar el acceso a la financiación. También lanzan programas de incubadoras / aceleradoras mediante la asociación con universidades, gobiernos y empresas privadas locales para apoyar el emprendimiento local.
Destacan el proyecto RedEmpleo, llevado a cabo en Bolivia y financiado también por la Unión Europea y destinado a 4.000 jóvenes de 16 a 28 años en situación de vulnerabilidad. Estos jóvenes pertenecen a cinco municipios del área metropolitana de la ciudad de La Paz (La Paz, El Alto, Achocalla, Viacha y Laja) y son zonas donde existen altos niveles de precariedad en el empleo en todos los sectores de la economía. "Un marco complejo, en el que madres solteras jóvenes y personas con discapacidad son los más afectados por el desempleo".
En total, 58.661 personas tienen la oportunidad de formarse o recibir capacitaciones a través de estos programas.
Desarrollo de servicios financieros
Codespa explica que más de la mitad de la población mundial no tiene acceso a las instituciones financieras tradicionales, "lo que supone un factor clave en la perpetuación de la pobreza". De este modo, los que sufren pobreza grave no solo necesitan capital para cubrir sus necesidades, sino también "conocimiento para generar ahorros, invertir en sus negocios y acumular activos". En resumen, necesitan educación financiera.
La ONG trabaja desde sus inicios con instituciones especializadas para desarrollar productos y servicios financieros inclusivos, accesibles y personalizados para los empresarios locales. "Acciones fundamentales que ayudan a las personas a mantener su solvencia crediticia una vez terminamos nuestra labor allí", explican. Además de ofrecer educación "integral" orientada a la gestión de las finanzas familiares y empresariales, también generan redes comunitarias para poner en relación a las personas que no tienen solvencia necesaria para acceder a las instituciones financieras formales. Asimismo, facilitan el acceso al crédito a familias y microempresarios, entre otras medidas.
A este respecto, resaltan el proyecto Fondos FREES (W4P) en Perú, que ha beneficiado a 900 familias de productores agrícolas y artesanos pertenecientes a poblaciones indígenas campesinas, con el fin de mejorar su acceso productivo. "Los Fondos FREES son destinados a emprendedores agrícolas y artesanos de la provincia de Quispicanchi, perteneciente a la región de Cuzco; y la provincia de Condorcanqui, en la región de Amazonas. El objetivo es apoyar la reactivación de las cadenas de valor gracias a un microcrédito de hasta 3.500€ para un periodo máximo de 12 meses, junto con el acompañamiento de un programa de asesoría técnica", indican.
Fundación ”la Caixa” en cooperación con Fundación Codespa financian el proyecto y cuentan con la colaboración de grandes aliadas como SIC4Change, Bridge for Billions, Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Perú), Centro de Investigaciones Tecnológicas Biomédicas y Medioambientales (CITBM) y la Fundación Entreculturas.
Son 19.740 las personas que acceden a productos microfinanciero para emprender a través del trabajo de Codespa.
Desarollo de mercados rurales
Codespa busca impulsar a las empresas agropecuarias y potenciar a las empresas sociales, cuya misión es enseñar al mundo la riqueza cultural de sus comunidades rurales a través del turismo, el sector textil y otros productos artesanales. "Este enfoque da lugar a distintas oportunidades, con el objetivo de forjar emprendedores solventes y empleo digno", esgrime la ONG.
Para lograrlo, explican que ponen a la disposición de las comundidades sus conocimientos técnicos y comerciales. También proporcionan innovación y tecnología de bajo coste y acceso a la financiación para los sectores de la población más vulnerables. Además, fortalecen el apoyo en la creación de nuevos mercados para una mayor distribución de sus productos.
De este modo, Codespa ayuda a mejorar los canales de comunicación entre las personas que viven en situación de aislamiento y vulnerabilidad con los mercados ya existentes; crean nuevos mercados que atienden las demandas básicas y productivas de las comunidades en situación de pobreza y asesoran a empresas para que puedan adaptar sus productos y servicios a las necesidades de las personas en riesgo de extrema pobreza.
Destacan su proyecto Fresan (resultado de Fortalecimiento de la resiliencia y la seguridad alimentaria y nutricional en Angola), que actúa sobre las malas prácticas en seguridad alimentaria y nutricional junto con los graves efectos climáticos de la zona como la sequía, el hambre y la pobreza que azotan a los sectores más vulnerables de las comunidades rurales. Los beneficiarios son pequeños grupos de ganaderos y agriculotres, en especial mujeres, junto con asociaciones de productores locales, con la oportunidad de mejorar la seguridad alimentaria y nutricional comunitaria de la región.
"Son pequeñas aldeas formadas por un gran número de mujeres y niños; ubicadas en la provincia de Cunene, donde se encuentran los municipios de Ombadja y Cuvelai. Junto a esta labor, Codespa forma parte también como socio en un proyecto para la mejora del acceso al agua en las mismas comunidades", argumentan. El proyecto ha recibido financiación de la Unión Europea y el Instituto CAMOES, en alianza con Ayuda al desarrollo para la población de Angola (ADPP), la Estación Ex- perimental Agrícola de Namibe (IIA) y Fundación Codespa.
En cifras, han ayudado a que 52.674 personas accedan a productos y servicios que mejoran su calidad de vida y a que 20.184 personas vendan sus productos en condiciones más justas allí donde el círculo de pobreza es notorio.
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