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España entró en una sequía de larga duración a finales del año pasado y continuaba en esta situación a comienzos de este mes de marzo. Las cuencas de acumulación (que son similares a las hidrográficas, pero no exactamente las mismas) más afectadas son las del Guadalquivir, el sur y el Pirineo oriental.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) aportó estos detalles de las características climáticas del invierno, el balance hídrico de los últimos meses y un avance del tiempo para los próximos días y de la primavera.
Del Campo precisó que esta “incipiente” sequía duradera no es una novedad en España, que ya vivió otras desde que la serie histórica comenzara en 1961.
La sequía meteorológica se mide según las precipitaciones de los últimos 12 meses
Además, Del Campo apuntó que España sigue en sequía meteorológica si se tienen en cuenta las precipitaciones de los últimos 12 meses, algo que ya comenzó en enero del año pasado y la situación persiste. “Afecta a todas las cuencas de acumulación salvo las del Tajo, el Júcar y el Segura, que están ligeramente fuera”, añadió.
Esta sequía a 12 meses se mantiene pese a que este invierno meteorológico (que comprende los últimos meses de diciembre, enero y febrero) fue húmedo en el conjunto de España, al registrar 194,5 litros por metro cuadrado, lo que supone un 2,7% más de lo normal.
Ello se debió a que diciembre resultó muy húmedo, ya que enero fue normal y febrero, muy seco en cuanto a precipitaciones. En invierno llovió más de lo habitual en la vertiente atlántica peninsular y menos en la mediterránea.
Respecto a las temperaturas, el invierno meteorológico fue cálido en la España peninsular, que tuvo 7,4 grados de media, esto es, 0,8 más que de costumbre. Se trata del décimo invierno más cálido de la serie histórica y el quinto de este siglo XXI.
Ese trimestre resultó entre normal y húmedo en prácticamente toda la península, pero con mucha sequía en amplias zonas levantinas, así como húmedo en Baleares gracias al temporal de finales de febrero asociado a las borrascas Juliette. Respecto a Canarias, fue entre normal y seco en las islas orientales y predominantemente húmedo en las occidentales.
De nuevo, diciembre condicionó el trimestre invernal porque resultó ser el más cálido desde 1961, con 2,8 grados más de lo normal, pues enero y febrero fueron normales en cuanto a temperaturas.
Los últimos cinco inviernos meteorológicos fueron cálidos o muy cálidos en España y es la primera vez que ocurre tal situación desde 1961.
Este último invierno resultó muy cálido en el tercio sur peninsular, cálido en el centro y el noroeste de la península, y Baleares, y normal en el Cantábrico, el valle del Ebro y la Comunidad Valenciana, mientras que en Canarias fue cálido o normal en la zonas bajas y frío en las de mayor altitud.
Los últimos cinco invierno fueron cálidos, y la primavera se presentará con temperaturas más altas de lo normal
Por otra parte, la primavera meteorológica (marzo, abril y mayo) tendrá temperaturas más altas de lo habitual en el este peninsular y los archipiélagos, y lloverá más en la vertiente atlántica, es decir, buena parte del oeste y zona central de la península, y menos en las provincias mediterráneas.
Las primeras predicciones disponibles para el verano apuntan como escenario más probable el de unas temperaturas superiores al promedio normal lo que propulsa más la sequía. “Quizás tengamos un verano complicado con los incendios”, aventuró Del Campo.
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