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Los preservativos, o también denominados condones, se consideran el método anticonceptivo más efectivo, ya que ayuda a proteger a las personas de las enfermedades de transmisión sexual, así como evitar un embarazo no deseado.
Sin embargo, existen muchas ocasiones donde el condón puede romperse o, en el peor de los casos, quedarse dentro de la otra persona. En estos casos no sabemos cómo actuar, por lo que debemos tener en cuenta los consejos de los expertos para no agobiarnos en esta situación y poder solucionarlo de forma eficaz.
Qué hacer después de una rotura de condón: medidas a tomar para minimizar los riesgos
A pesar de que el condón masculino es ampliamente reconocido como un método anticonceptivo eficaz y una protección contra las enfermedades de transmisión sexual, existe la posibilidad de que se rompa en ciertos casos, lo que conlleva ciertos riesgos.
Pero ¿cómo saber si el condón se ha roto? En ocasiones, la rotura del condón es evidente, pero esto no siempre es así. Por lo tanto, se recomienda un método, explicado en la página web del fabricante Durex, que se puede utilizar en todos los casos. Consiste en introducir un poco de agua o aire en el preservativo, anudar el extremo abierto y presionar hacia abajo para verificar si hay fugas. Si caen gotas, significa que hay una perforación y el preservativo puede haber perdido su efectividad.
Si el preservativo se ha roto, existe un riesgo de transmisión de infecciones de transmisión sexual (ITS) y de embarazo no deseado, por lo que es necesario tomar medidas para prevenir o minimizar estos problemas.
Una barrera contra la prevención de embarazos no deseados y las ETS
Cuando se produce una rotura de condón, es crucial tomar medidas para evitar un embarazo no deseado y prevenir la transmisión de enfermedades de transmisión sexual.
En primer lugar, una opción fundamental es la toma de la píldora del día después o píldora de emergencia por parte de las personas con útero. Actualmente, existen dos compuestos disponibles en el mercado con este propósito: levonorgestrel y acetato de ulipristal. El levonorgestrel debe tomarse dentro de las 72 horas posteriores a la rotura, mientras que el acetato de ulipristal puede tomarse hasta 120 horas después. Ambos pueden adquirirse sin receta médica en España.
Es importante tener en cuenta que ambos compuestos presentan efectos secundarios similares, que incluyen náuseas, vómitos, mareos, fatiga, dolor de cabeza, sensibilidad en los senos, sangrado entre períodos menstruales y dolor o calambres abdominales.
Además, es fundamental destacar que estos fármacos no deben utilizarse como método anticonceptivo habitual en ningún caso.
En cuanto a la prevención de las infecciones de transmisión sexual (ITS), especialmente cuando la rotura del preservativo ocurre en el contexto de una relación sexual con una persona relativamente desconocida o cuando uno de los participantes no conoce su estado en cuanto a ITS o tiene una ITS confirmada, existe un riesgo de exposición y contagio.
En estos casos, lo mejor es acudir a un centro médico para consultar el caso. Allí, los profesionales podrán brindar asesoramiento para minimizar los riesgos ante la rotura del condón y, si es necesario, brindar tratamientos preventivos que reduzcan las posibilidades de contagio.
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