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Según un macroestudio epidemiológico internacional que ha reunido datos de más de 45 millones de fallecimientos en más de 406 ciudades de 20 países se ha demostrado que la exposición diaria a la contaminación por ozono en ciudades de todo el mundo está asociada con un mayor riesgo de muerte.
El estudio, publicado este martes en la revista 'British Medical Journal' que ha contado con la participación de un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), resalta que unos estándares de calidad del aire más estrictos podrían prevenir miles de muertes cada año.
Los científicos, coordinados por un equipo del London School of Hygiene and Tropical Medicine (Reino Unido), han analizado la mortalidad diaria, el clima y los contaminantes presentes en el aire en 406 ciudades de 20 países de todo el mundo entre 1985 y 2015, incluyendo datos de 48 capitales de provincia de España.
Los hallazgos, basados en casi 50 millones de muertes, muestran que más de 6.200 de ellas se habrían evitado cada año en las ciudades estudiadas si los países hubieran desarrollado estándares de calidad del aire más estrictos, consistentes con los valores guía marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El 80% de la población mundial en áreas urbanas está expuesta a niveles de contaminación del aire por encima del umbral marcado por la OMS
El ozono es un gas altamente reactivo que se encuentra comúnmente en entornos urbanos y suburbanos, formado cuando los contaminantes reaccionan a la luz solar.
Los umbrales actuales de microgramos por metro cúbico de calidad del aire oscilan entre 100 (según la OMS), 120 (directiva de la UE), 140 (Estados Unidos) y 160 (China).
Se han empleado los datos de la red de colaboración internacional MCC (Multi-City Multi-Country Collaborative Research Network), en la que equipos de todo el mundo trabajan en buscar evidencias epidemiológicas de las asociaciones entre el clima y la salud.
Así, los investigadores han obtenido los niveles promedio diarios de ozono (por encima de un nivel máximo de fondo de 70 microgramos por metro cúbico), contaminación por partículas, temperatura y humedad relativa en cada ciudad para calcular la cantidad diaria de muertes adicionales atribuibles a los niveles de ozono.
Un aumento de 10 microgramos por metro cúbico de ozono durante un día y el anterior se asocia con un aumento del 0,18% de riesgo de muerte
"Este hallazgo refuerza la evidencia de una posible asociación directa y equivale a 6.262 muertes adicionales cada año o el 0,2% de la mortalidad total en las ciudades estudiadas", detalla Aurelio Tobías, investigador del CSIC que trabaja en el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua.
Los científicos también han encontrado impactos más pequeños sobre la mortalidad, pero aún sustanciales, incluso para concentraciones de ozono por debajo de los niveles de referencia de la OMS.
"Por ejemplo, áreas como América del Sur, África y Oriente Medio no estaban representadas o no evaluadas, y las diferencias en el monitoreo y la recopilación de datos entre países pueden haber afectado la precisión de sus estimaciones. Sin embargo, los resultados sugieren que la mortalidad relacionada con el ozono podría reducirse potencialmente bajo estándares más estrictos de calidad del aire”, añade Tobías.
Además, las acciones para reducir la contaminación por ozono "podrían proporcionar beneficios adicionales para la salud, incluso en regiones que cumplen con las normas y directrices reguladoras actuales", indican los investigadores.
"Los hallazgos tienen implicaciones importantes para el diseño de futuras acciones de salud pública; en particular, por ejemplo, en relación con la implementación de estrategias de mitigación para reducir los impactos del cambio climático”, concluye Tobías.
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