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Con una reforma laboral de por medio y las consecuentes flexibilizaciones posteriores a dos años enteros con una crisis motivada por la pandemia, los primeros balances del sector del empleo comienzan a dar muestras de una recuperación.
Aunque desde Trabajo afirman que las recuperaciones muestran de manera muy clara una tendencia “natural”, motivado más por el cambio social y de empleo de los últimos meses y su relación con los anteriores signados por la pandemia; empleados y empleadores afirman que la influencia de la reforma laboral comienza a dar sus frutos para todos los que, no sin dificultad, han dejado de ocupar un dígito en las estadísticas de paro, que se redujo cerca de 12.000 personas en el mes de febrero, en una de las cifras más interesantes.
Los datos y su correspondiente contexto
Desde luego, la interpretación de los datos en frío da lugar a estadísticas sobresalientes por todos los rincones donde se le mire. Pero algunos, por su importancia y por el entendimiento de los contextos, resultan aún más sorpresivos:
- Contratos y afiliados: cerca de millón y medio de nuevos contratos registrados se contabilizan para el mes de febrero de 2022, con cerca de 68.000 afiliados a la Seguridad Social.
- Contratación indefinida: 22 % a nivel nacional y en regiones como Euskadi, 19 %; con importante relevancia de los contratos que dejan de ser temporales para convertirse en indefinidos; y por supuesto, los contratos indefinidos por primera vez. Sea como fuere, en total son 316.841 personas las que tienen desde febrero un contrato indefinido en sus puestos de trabajo, lo que supone un incremento de 139 % si se compara con el mismo periodo del año anterior.
- Desempleo: cifras igual de alentadoras tienen que ver con el desempleo, que con un 22,38 % de descenso con respecto a febrero de 2021 supone una de las mejores bajadas interanuales, lo que indica también hacia dónde están enfocadas las directrices de la reforma laboral.
- Prórroga: un dato también destacable es que aunque el periodo de los ERTE finalizaba el 28 de febrero, se extendió hasta un mes más, en los que hubo un descenso de 4.000 personas respecto a enero de 2022.
¿Por qué es relevante el dato de los contratos indefinidos?
Sin lugar a dudas, el dato que resulta más relevante por su notoriedad sobre la estabilidad profesional y familiar de los que han obtenido el mérito, es el hecho de los contratos indefinidos.
La precariedad laboral y los contratos con tiempo determinado estaban siendo un problema acuciante para la clase trabajadora del país, y la pandemia no hizo más que acrecentar esos problemas. El primer mes de la reforma laboral ya se había visto un aumento de los contratos indefinidos, hecho que en febrero no hizo más que consolidarse, con un 139 % de incremento con respecto al mismo periodo del año anterior.
Los datos se complementan con los contratos iniciales indefinidos, que tienen un incremento de 179 %, la conversión de temporales a fijos (84 %) y, particularmente, los contratos fijos discontinuos con casi 350 % de incremento con respecto a febrero de 2021.
Conviene entonces resumir las ventajas, sobre todo para los trabajadores: mayor estabilidad laboral, mejores ingresos, tener mayor capacidad de oferta por parte de las entidades bancarias, y no un detalle menor, poder optar a una mejor indemnización en caso de despidos, algo que también estaba siendo uno de los problemas ocultos de los contratos con tiempo determinado.
Para el empleador, además, supone tener a mejores trabajadores y con mayor enfoque hacia la productividad, sobre todo después de una realidad donde el tejido del empleo fue bastante dañado por la situación sanitaria que el país y el mundo entero pasaron en los dos años inmediatamente anteriores. Si bien los dos primeros meses muestran una clara tendencia hacia la recuperación, los datos indican que queda mucho por hacer.
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