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La crisis sanitaria del coronavirus ha re configurado la manera en que nos relacionamos, también con los bebés recién nacidos. Las madres con COVID-19 tienen que conocer a sus bebés por videollamada y los demás familiares, cuyo primer contacto con los bebés es a través de una pantalla.
Conocer a tu bebé por videollamada
Las madres infectadas de COVID-19 que han dado a la luz tras declararse el estado de alarma en España solo han podido ver a sus bebés a lo lejos un momento y luego han podido seguir viéndolos por videollamada y fotos.
Según varios testimonios en primera persona, a las madres infectadas se les ha recomendado no acudir a los hospitales, sino pasar la cuarentena en casa si los síntomas no requieren de ingreso hospitalario.
Partos sin acompañamiento familiar
En el momento del parto, las madres no pueden estar acompañadas de ningún familiar por seguridad. Tras dar a luz, las mamás pasan normalmente a la planta de infectados, en la que puntualmente pueden recibir alguna visita extremando todas las medidas de seguridad e higiene.
En estos casos, ni las madres ni los padres pueden ver a los bebés recién nacidos hasta pasar una cuarentena de unos 15 días, para asegurarse que el virus ya ha desaparecido de sus cuerpos. Las madres tras recibir el alta hospitalaria, en el mejor de los casos, podrían ver a sus hijos tras pasar la cuarentena, cuando hayan pasado todos los síntomas.
Los bebés de madres infectadas se quedan ingresados
Los bebés suelen quedarse ingresados hasta que queda totalmente descartado que tanto el padre como la madre puedan seguir teniendo el virus. No obstante, el resto de familiares no podrán conocer físicamente a los niños o niñas, por el momento.
El protocolo hasta ahora ha sido que si una madre estaba infectada, había que aislarla del bebé. No obstante, parece que el virus no se excreta por la leche y que, si se toman medidas de seguridad suficientes, no haría falta aislar a los bebés de sus madres aunque estén contagiadas.
Lactancia y aislamiento por el coronavirus
La realidad es que se va teniendo información nueva casi cada día, así que los protocolos cambian de manera constante, asegura fuentes hospitalarias. Se intenta que las madres se extraigan la leche varias veces al día, por si pueden dar el pecho una vez que puedan estar con sus hijos, aunque los primeros días tomen biberones y no se sepa si luego agarrarán el pecho.
Un gran parte de estas madres aseguran que hacen videollamadas con las enfermeras para ver a sus bebés, lo cual no es un plato de buen gusto. Todo se intensifica en los bebés que nacen prematuros, que están los primeros días llenos de cables y con el aparato para respirar, por lo que a penas se les puede ver la cara.
Las madres señalan que no se sienten muy acompañadas, los grupos de lactancia se han cancelado y no saben si realmente lo están haciendo todo bien. En cualquier otro momento, muchas de estas madres hubieran ido al médico a preguntar algunas cosas relacionadas con los bebés, pero por la situación que estamos atravesando, prefieren no acudir a los centros hospitalarios.
Cesáreas de alto riesgo adelantadas
En otros casos, las cesáreas de alto riesgo que fueron programadas para abril fueron adelantadas con muy buen criterio por el posible colapso de UCI que se podían dar y la necesidad de estas madres de necesitarlas.
Los familiares no pueden conocer aún a los recién nacidos. En algunos casos, ni siquiera por videollamada, ya que lo bebés siguen ingresados en el hospital. Los familiares piden fotos de los bebés, pero las únicas que tienen sus padres son de ellos llenos de cables y tampoco saben a quién se parecen aún, lamentan.
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