La crisis diplomática que han podido llegar a generar algunos "ovnis"

Cuando escuchamos la palabra 'ovni' inevitablemente se nos vienen a la cabeza imágenes de vacas siendo abducidas por enormes maquinas voladoras en forma de platillo, un sin fin de historias de ciencia ficción y de extraterrestres, así como conspiraciones y demás cuestiones. Sin embargo, los ovnis reales carecen de tanta imaginación. Para empezar, la palabra es un acrónimo de Objetos Voladores No Identificados, UFO en inglés.

Partiendo de esta base, muchos objetos comunes y corrientes, como un dron que no esté registrado, puede considerarse un ovni. Sin embargo, hay casos en los que los ovnis sí que son objetos que se convierten en una auténtica incógnita y que pueden generar una intensa polémica, conjeturas e incluso conspiraciones. Este ha sido el caso de los objetos voladores que se han derribado recientemente en los cielos de Estados Unidos.

La llegada de los ovnis y los FANIs

Hace unos días, muchos medios de comunicación no dejaban de hablar de unos 'globos' y otros 'ovnis' que entraban en el cielo estadounidense y que habían estado siendo derribados por el FBI e investigados por la CIA. Sí, podría ser perfectamente el argumento de una película hollywoodiense de algún tipo de invasión extraterrestre. Pero la realidad no ha resultado ser tan fantasiosa, aunque sí algo más complicada.

En el momento en el que varios representantes del Pentágono se ponían delante de las cámaras para explicar la situación con estos objetos, decidieron evitar utilizar palabras como 'ovnis' y sustituirlas por FANI, Fenómenos Aéreos No Identificados, o UAP, por sus sigla en inglés. Con la finalidad de evitar relaciones entre el sentido más estricto de la palabra 'ovni' y toda su connotación relacionada con la ciencia ficción.

Pero, ¿Cómo pueden estar relacionados estos 'ovnis' con las tensiones diplomáticas que han surgido entre Estados Unidos y China después de su derribo?

La diplomacia internacional implicada

Para contestar a esta pregunta, es necesario añadir algunos datos, como por ejemplo que esos 'FANIs' derribados recientemente por parte el gobierno estadounidense, apuntaban a pertenecer al gobierno chino, según las investigaciones que se llevaron a cabo. Al poco tiempo, EE.UU. determinó que se trataban de globos espía de China, para controlar la actividad estadounidense.

Una idea que cogió fuerza teniendo en cuenta el contexto de guerra actual en el que nos encontramos tras la invasión de Rusia a Ucrania, un territorio que actualmente está recibiendo apoyo militar de la OTAN, una organización liderada por EE.UU. A esto se le añade la postura ambigua de China, que ha pretendido mostrarse neutral, pero sin demasiado éxito.

Las relaciones diplomáticas suelen ser mucho más delicadas y sutiles que las bélicas. Un mal gesto, un desaire, o unos cuantos ovnis en tu tráfico aéreo para el supuesto espionaje, podrían desatar una auténtica tormenta diplomática que podría llegar a tener implicaciones elevadas. Muchas guerras se han empezado por mucho menos.