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Cada día llegan a Europa menores de edad no acompañados desde países africanos y el continente asiático, en su mayoría. Muchos de ellos tienen un destino final que no siempre se corresponde con el primer territorio europeo que consiguen alcanzar. El viaje a veces es más largo.
El movimiento de estos menores hace que las administraciones les pierdan la pista debido, en parte, a la falta de un registro común en la Unión Europea. De hecho, la discordancia entre los propios datos de cada gobierno no permite saber el número exacto de menores migrantes desaparecidos por Europa.
Newtral ha publicado un nuevo estudio en el que revela que 18.000 menores extranjeros no acompañados han desaparecido en Europa en solo tres años, desde 2018, como revela la plataforma de periodistas Lost In Europe, que investiga este fenómeno. En España se registraron un total de 352 desapariciones de estos menores en 2020, según los datos del Centro Nacional de Desaparecidos (CNDES), que denomina como fugas el número de menores que salen de sus centros sin aviso. Esto equivale a casi 17 niños desaparecidos al día.
Esta ha sido la cifra más baja de los últimos cinco años, pero 2020 no fue un año corriente. La pandemia de la COVID-19 provocó un confinamiento domiciliario y restricciones de movimiento durante gran parte del año. En cambio, en 2019 las fugas registradas en España suman 2.042 y en 2018 superan las 4.000.
El Defensor del Pueblo volvió a señalar en su informe anual de 2020, publicado el pasado mes de mayo, que no hay concordancia entre los datos sobre los menores extranjeros no acompañados que hay en España y los que llegan de un año a otro. Así, menciona “las significativas diferencias entre los datos que facilitan las entidades de protección de menores autonómicas y las que facilita el Registro de Menores Extranjeros No Acompañados".
Uno de los factores de estas disparidades es la “alta movilidad de los menores entre las diferentes comunidades autónomas, sin que se reflejen estas altas y bajas de manera fiable".
Expertas en derecho y migraciones reclaman un registro central en la UE para poder localizar a estos menores cuando se movilizan de un país a otro. De hecho, son las propias entidades sociales las que se notifican entre ellas cuando aparece un menor en otro territorio, asegura a Newtral.es la responsable de proyectos y redes en temas de trata, infancia y protección internacional en la organización sin ánimo de lucro ACCEM, Teresa de Gasperis.
En 2018, se perdió la pista a 4.053 menores desaparecidos
La mayoría de los menores desaparecidos proceden de Marruecos, Argelia, Eritrea, Guinea y Afganistán. Según el estudio, en algunos países como Rumania y Francia, el número podría ser mucho mayor, ya que la desaparición de menores migrantes no se registra completamente.
En el estudio se indicó que la inmigración ha disminuido debido al brote de coronavirus (COVID-19), por lo que el número de niños desaparecidos también ha disminuido en comparación con años anteriores.
Los métodos utilizados por los países europeos para el registro de desapariciones de inmigrantes no son compatibles entre sí, ya que en algunos casos, los niños se registran como adultos.
Algunos niños cambiaron de país dentro de Europa y desaparecieron en el país al que fueron y, por lo tanto, fueron registrados como desaparecidos varias veces.
Ylva Johansson, la directora de la Comisión de Asuntos Internos de la Unión Europea (UE) señaló que estaban "muy preocupados" por el fenómeno, e indicó que la Comisión de la UE asigna la responsabilidad a los Estados miembro.
La Oficina Europea de Policía (Europol) informó anteriormente que al menos 10.000 niños inmigrantes estaban desaparecidos en el continente para 2016.
¿Hasta qué punto los países europeos pueden o quieren proteger a los niños migrantes no acompañados?
Los resultados de la investigación plantean serias dudas sobre hasta qué punto los países europeos pueden o quieren proteger a los niños migrantes no acompañados.
Los datos son extremadamente importantes para entender la magnitud del problema en Europa. La gran cantidad de niños desaparecidos es un síntoma de un sistema de protección infantil que no funciona.
Las organizaciones criminales están cada vez más dirigidas a los niños migrantes, especialmente a los no acompañados y muchos de ellos se convierten en víctimas de explotación laboral y sexual, mendicidad forzada y trata.
No podemos perder de vista a estos niños. Se merecen nuestra protección. Si bien casi todos los países de la investigación cuentan con protocolos para lidiar con la desaparición de menores no acompañados, no siempre funcionan bien en la práctica, según un informe de 2020 de la Red Europea de Migración. Los problemas incluyen la falta de seguimiento cuando se denuncia la desaparición de niños y la cooperación insuficiente entre la policía y las autoridades de asilo o protección infantil.
Hay muy pocos datos en un archivo de un niño migrante desaparecido y con demasiada frecuencia se asume que un niño migrante está en algún lugar seguro en otro país, aunque la colaboración transfronteriza en estos casos es prácticamente inexistente.
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