Los 5 posibles nombres que podrían acompañar a Donald Trump en su carrera a la Casa Blanca

El torbellino Trump ha vuelvo a azotar Estados Unidos y su carrera vertiginosa por ser el candidato a la presidencia de los Estados Unidos por parte de los republicanos no ha hecho más que sumar éxitos estos días. Sin embargo, Donald Trump todavía tendrá que elegir qué compañero de su partido le acompañará en su toma de La Casa Blanca. Tal es la confianza en su victoria, que muchos medios y columnistas, ya ni si quiera se centran posibles rivales, solo en compañeros.

Esto viene después de que se apuntase nuevas victorias en Iowa y New Hampshire. Para esta nueva, y tan esperada revancha para Donald Trump, existen algunas dudas sobre quién se sentará a su derecha después de que Mike Pence, quien fue su vicepresidente, quedase descartado después de decidir no posicionarse sobre el supuesto fraude electoral que tanto reivindicó Trump en su momento y que llevó incluso ha provocar el asalto al Capitolio de los Estados Unidos.

Los 5 posibles nombres que podrían acompañar a Donald Trump a La Casa Blanca

Como ya hemos mencionado, muchos analistas políticos, medios y tertulianos, ya han empezado a hacer sus conjeturas sobre los posibles nombres que acompañarían a Donald Trump hasta el sillón presidencial. Así también lo ha hecho en España el medio digital Newtral.es, en el que han tomado en cuenta algunas directrices como buscar a un apoyo que le ayude a ganar votos en Estados menos trumpistas, acercarse al voto de la mujer o incluso un buen compañero mediático.

Tomando estos parámetros, los 5 nombres que se han puesto sobre la mesa son:

Elise Stefanik

Con un nombre poco conocido, esta congresista de un distrito rural de Nueva York se marca como una de las principales favoritas para ocupar el puesto de la vicepresidencia. Mujer joven, de 39 años, va por su quinto mandato y se la considera como la cuarta republicana más importante dentro del partido.

Aunque cuenta con unos cuantos, y beneficiosos pros, como atraer el voto de la mujer o sus muestras de lealdad a Donald Trump, su principal contra es que un Estado como el de Nueva York sería prácticamente impensable la victoria de un candidato republicano.

Tim Scott

Es posible que este nombre se haga más conocido, y es que ya fue rival de Trump en las elecciones republicanas en su día. Actualmente se ha posicionado del lado de Trump y su peso podría radicar en el hecho de que se trata de un hombre afroamericano cristiano evangélico, lo que podría atraer a importantes votantes contrariados con Trump.

Sin embargo, flaquea considerablemente en el aspecto de 'showman' y desde luego no está a la altura de Donald Trump en este sentido. ¿Podría ser un buen compañero sin este elemento?

Sarah Huckabee Sanders

Otra mujer, en este caso de mediana edad, y un currículum más que impresionante al haber sido Secretaria de Prensa de la Casa Blanca. Sin embargo su recorrido en política no es tan extenso. Actualmente es gobernadora del Estado de Arkansas, uno bastante conservador, donde ha sabido ganarse el cariño de sus ciudadanos.

A pesar de conservadora, se muestra fuerte e independiente y sabe, como no, lidiar perfectamente con los medios. Sin embargo ha estado metida en alguna que otra controversia que le resta algunos puntos de popularidad.

Nikki Haley

Nikki Haley fue otro de los nombres marcados como favoritos en muchas encuestas por su perfil. Sin embargo, hace escasos días Trump consiguió vencerla en Nevada y el mismo admitió que no tiene "madera presidencial", a pesar de ello, sí que podría tenerla de segunda al mando por su extensa experiencia en política y sus lazos con la zona más tradicional del partido republicano.

Kari Lake

Está claro que en esta ocasión los nombres de mujeres priman como favoritas y no es para menos. Esta gobernadora de Arizona se ha convertido en una imagen muy visible por su aparición en los medios, algo que juega a su favor en ese punto de 'espectáculo', así como su lealtad de Donald Trump. Sin embargo, se presenta casi tan radical como él y también adora los focos. ¿Demasiado para Trump?