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Realizan el primer viaje en dron de un órgano para realizar un trasplante. El vuelo duró aproximadamente diez minutos y recorrió unos cinco kilómetros.
El dron se posó de madrugada en el techo del Hospital Universitario de Maryland con un riñón a bordo
El tiempo es un factor de la mayor importancia en un trasplante de órgano y este experimento realizado en la Universidad de Maryland, podría revolucionar el futuro de esta práctica para salvar vidas.
Esta semana, un dron voló con un riñón donado para ser trasplantado en una paciente que llevaba ocho años esperándolo, en el primer ensayo de un modo de transporte que en el futuro podría hacer más seguro, más barato y, sobre todo, más rápido en envío de órganos.
El año pasado, el 4% de los envíos sufrieron un retraso de más de dos horas
El primer viaje del dron con un riñón duró apenas cinco minutos, y la nave y su carga cubrieron una distancia de 4,5 kilómetros.
El dron cuenta con mecanismos para la medición de temperatura, presión barométrica o vibraciones y permite saber a los médicos exactamente en qué lugar se encuentra, lo que es clave para preparar y agilizar la cirugía del trasplante.
Cerca del 1,5% de los envíos de órganos para trasplantes no llegan a su destino y casi el 4% sufre retrasos de dos horas o más respecto a la duración prevista para el viaje, según la Red Unificada para Donación de Órganos, el organismo que gestiona los trasplantes en EEUU.
Mucho más que una prueba
Este ha sido el vuelo inaugural de un proyecto en el que las facultades de medicina e ingeniería de la Universidad de Maryland, llevaban años trabajando, en colaboración con la Living Legacy Foundation, una organización que facilita la donación y el transporte de órganos.
El dron podría ser una solución para parte de esos problemas. "Podemos controlar el viaje a tiempo real", aseguró Joseph Scalea,el cirujano que ha dirigido este proyecto, a 'The New York Times'.
El Uber para órganos
Durante las pruebas previas al viaje inaugural, el dron ejecutó 44 vuelos, para un total de 700 horas en el aire.
La paciente de Maryland que recibió el riñón, una enfermera de Baltimore que recibe diálisis desde 2011, felicitó a los científicos por un logro "increíble" y aseguro que "hace pocos años, esto era algo en lo que ni siquiera podías pensar".
Ella era una de las 115.000 personas que esperan a que les trasplanten un órgano en EEUU.
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