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Un estudio de la fundación de investigación Donum titulado "Covid-19, la tragedia de los pobres", indica que Ecuador retrocedió diez años en pobreza durante la crisis de la pandemia del coronavirus, lo que también empeoró otros indicadores como el desempleo, según informa Efe y recoge eldiario.es.
Un 15 % de la población de Ecuador está en pobreza extrema
"Con niveles de pobreza total del 35 % y de pobreza extrema en el 15 %, Ecuador ha retrocedido a los parámetros de 2010", aseguró a Efe el economista John Cajas Guijarro, que participó en la investigación de Donum y cuyos resultados, según él, son similares en otros países de América Latina. El experto identificó a la actual crisis como una "sindemia" (un analogismo entre sinergia y pandemia), porque, según él, combina los devastadores efectos sociales, los económicos y los de la salud propiamente dicha.
Un comunicado de la vicepresidencia del país estimaba en septiembre de 2020 que había 1,5 millones de ecuatorianos en extrema pobreza.
En la investigación, que incluye encuestas en más de 250 hogares, dijo que la mayoría de consultados coincidió al afirmar que durante la pandemia sufrió la "pérdida de ingresos", la "pérdida de empleo" y "la muerte de algún familiar" o allegado. Para Cajas Guijarro, es necesario "visibilizar esta crisis" para "posicionar una discusión" esencial, ya que la mayor parte de los hogares ecuatorianos "está viviendo esta crisis de dimensión múltiple", que requiere de soluciones a medio y largo plazos.
El economista también opina que la recuperación de los precios de algunas materias primas como el petróleo podría generar un "espejismo" en la solución de los problemas sociales agravados con la pandemia y que se nota, en el caso ecuatoriano, ya que la mejora en el valor del crudo (su principal fuente de ingresos) es para el país "insuficiente" para superar la crisis.
"Estancamiento prolongado"
De este modo, y si no se encuentran soluciones inmediatas, según el estudio, Ecuador podría caer en una "situación de estancamiento prolongado", añadió el economista, tras comparar la actual situación con la que se presentó en la llamada "Gran depresión" de 1929.
La actual es "nuestra versión de la Gran depresión del 29, pero esta vez para la periferia del mundo capitalista", añadió, al insistir en que se han "agudizado una serie de desigualdades sociales que ya se vivían" antes de la pandemia.
El estudio sugiere a los Gobiernos acometer medidas urgentes como "inyectar recursos a los sectores más vulnerables de inmediato". En este sentido, añade que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha entregado recursos a países pobres afectados por la crisis, sin exigir contrapartidas. Según su visión, se deben aplicar políticas redistributivas para favorecer a los sectores más débiles de la sociedad.
Cajas Guijarro propone aplicar un impuesto del 5 % a los patrimonios de los 300 grupos económicos más poderosos del país, lo que generaría unos 2.400 millones de dólares de ingresos (unos 2033 millones de euros) que se podrían utilizar para acabar con el hambre.
Reducción del PIB del 4,7 % y pérdida de 532.000 empleos
El estudio de Donum advierte asimismo de que la crisis de la covid-19 en Ecuador ha generado la mayor contracción económica de la historia del país, con una reducción del PIB del 7,8 %, según varias fuentes, mayor aún que la registrada durante la crisis bancaria de 1999, cuando cayó un 4,7 %.
Asimismo, en Ecuador se perdieron 532.000 empleos durante la pandemia , que también provocó pérdidas por 12.791 millones de dólares en el sector productivo, según estimaciones del Banco Central.
El drama de la desigualdad
Es una pena ver a países como Ecuador retroceder su economía y por tanto sus expectativas de futuro. También lo es observar cómo las diferencias socioeconómicas entre países afectan más a ciertas regiones del planeta que a otras, especialmente en América Latina, donde la estabilidad y la presencia de conflictos internos hace que la prosperidad sea muy dispar entre fronteras. Así, en términos de vacunación por ejemplo, Ecuador ha vacunado a un 40,3 % de la población, muy por encima del 3 % de Venezuela o Nicaragua pero por debajo de Chile, donde ya roza el 70 %.
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