Lectura fácil
Valladolid, 20 feb (EFE).- El Nuevo José Zorrilla, también conocido como "estadio de la pulmonía", cumple este miércoles 37 años con su inquilino, el Real Valladolid, luchando por mantenerse en Primera y un proyecto para hacerse un "lifting", que consiste en eliminar el foso, cubrir el fondo sur y ampliar su capacidad.
Este recinto fue construido con motivo de la celebración del Mundial de 1982 y allí jugaron sus encuentros las selecciones de Francia, Kuwait y Checoslovaquia. Cohabitó con el viejo Zorrilla durante algunos años y, tal vez por ello, el sobrenombre de "nuevo" (para distinguirlos entonces) todavía se emplea en algunos foros.
El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, subrayó hace unos días que la reforma de este estadio es tan necesaria como "ambiciosa" y, además, confirmó que la instalación puede cambiar de nombre con un patrocinador importante, pero que "Don José Zorrilla ya tiene muchas cosas en la ciudad y no creo que le importe", ironizó.
Puente indicó también que el actual presidente, Ronaldo Nazario, "retomó y matizó" lo que ya se llevaba trabajando en el Ayuntamiento desde antes de la llegada del exfutbolista a la presidencia.
La historia de este coliseo, al margen del partido inaugural del Valladolid ante Athletic Club, en el que el primer goleador (Jorge Alonso) se llevó de premio una minicadena musical, está marcada por el encuentro de la final de Copa en la temporada 81-82, entre el Real Madrid y el Sporting. Ese fue el primer choque de especial relevancia que albergó el estadio.
Aquel día hizo tanto frío que nunca ha podido acabar con su propia leyenda negra, la que le atribuyeron algunos medios de comunicación al calificarle de "estadio de la pulmonía" por las bajas temperaturas que allí han sufrido los aficionados.
Ahora la tribuna principal tiene calefacción, así que la cosa ya no es tan severa y tampoco la zona en la que está ubicado aparece actualmente inhóspita y solitaria, como cuando se inauguró.
El estadio ha vivido alegrías y penas del Real Valladolid a partes iguales, aunque el mayor júbilo, sin duda, fue cuando este recinto acogió la final de la Copa de la Liga.
El Valladolid alcanzó la máxima gesta de su historia al proclamarse campeón de esta competición ante el Atlético de Madrid (0-0 en el Calderón y 3-0 en Zorrilla).
Otra de las "joyas" que encierra el feudo vallisoletano es que entre sus muros se marcó el tanto más rápido de la historia de la Liga. Sólo siete segundos tardó Joseba Llorente en golear al Espanyol. Fue también un día 20, como la inauguración, esta vez de enero del año 2008.
Casi 22 años antes, la selección española sub 21 se había proclamado en Zorrilla campeona de Europa al doblegar a Italia por penaltis en una final inolvidable.
Por el contrario, los peores momentos que vivió el cemento de este estadio fueron los cinco descensos en las temporadas 91/92, 94/95, 03/04, 09/10 Y 13/14, aunque el segundo de ellos no llegó a consumarse por la ampliación de la máxima categoría a 22 equipos.
El estadio tiene un aforo de 26.512 localidades y una historia que se escribe con "tinta morada", el color predominante en la camiseta del Real Valladolid, aunque recientemente ha acogido también partidos de rugby con un éxito rotundo de público y una notable repercusión internacional.
Su anunciada ampliación a más de 31.000 asientos y el referido lifting o cirugía estética marcan hoy este 37 cumpleaños con el que la etiqueta de "nuevo" ya chirría.
José Anselmo Moreno
Añadir nuevo comentario