El proteccionismo y la ralentización del crecimiento impondrán cautela al BCE

EmailFacebookTwitterLinkedinPinterest
25/04/2018 - 15:04
14100592w

Lectura fácil

Fráncfort (Alemania), 25 abr (EFE).- La amenaza de una guerra comercial con Estados Unidos y el empeoramiento de los datos económicos en los últimos meses, especialmente los de confianza empresarial, impondrán de nuevo la cautela en la reunión mañana, jueves, del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE).

La mayoría de los analistas consultados por Efe descartan que el banco europeo modifique por el momento su mensaje respecto al final abierto en septiembre de su programa de compras de deuda y posponen cualquier señal en este sentido al menos hasta la siguiente reunión de junio, cuando el banco dispondrá además de nuevas previsiones macroeconómicas.

Varios datos económicos conocidos recientemente apuntan a una relativa ralentización del fuerte momento expansivo de la economía de la eurozona.

El propio presidente del BCE, Mario Draghi, reconoció el pasado viernes en Washington que los últimos datos sugieren que el crecimiento "puede haber alcanzado su punto máximo", aunque confió en que "el impulso continúe".

Según se conoció ayer, la confianza empresarial en Alemania que mide el Instituto de Investigación Económica (Ifo) bajó en abril por quinto mes consecutivo, pese a que se mantiene en un nivel alto de 102,1 puntos.

"La euforia en los departamentos de ejecutivos alemanes se desvanece", dijo el presidente del Ifo, Clemens Fuest, y reconoció que la primera economía del área euro "se ralentiza".

También el índice de confianza inversora del Centro para la Investigación Económica Europea (ZEW) se desplomó en abril hasta los -8,2 puntos situándose por primera vez en 18 meses en terreno negativo, lo que es un síntoma de pesimismo.

Sobre los indicadores de confianza de una economía eminentemente exportadora como la alemana ha influido de forma notable la escalada proteccionista del gobierno de Donald Trump y la fortaleza del euro pero también otros factores, que indican que los países de la moneda común pueden haber alcanzado su pico de crecimiento económico.

Además, este lunes se conoció que la actividad en abril del sector manufacturero en la eurozona, que mide el índice PMI de gestores de compra, cayó seis décimas respecto a marzo y se situó en su peor nivel en 14 meses.

La inflación, a cuya evolución consistente con su objetivo ligeramente inferior al 2 por ciento liga el BCE el futuro de su programa de estímulos, creció en marzo hasta el 1,3 por ciento.

Sin embargo, la inflación subyacente -que excluye los precios de los alimentos y la energía y sirve mejor para estimar la evolución futura de los precios- se mantuvo por debajo del 1 por ciento en marzo, por sexto mes consecutivo.

Ante este panorama, los analistas prevén que el Consejo de Gobierno mantenga su conocida política de "paciencia, prudencia y persistencia" antes de acometer cualquier cambio en su política monetaria.

En su último encuentro del 8 de marzo, el máximo órgano rector del banco decidió retirar de su declaración final su compromiso de aumentar en "volumen o duración" las compras de deuda, si la situación económica se deterioraba, lo que fue interpretado como una señal en el camino del adiós al millonario programa de activos.

Algunos consideraron entonces que en la reunión de mañana se podría anunciar ya una fecha para el fin definitivo de las compras, pero el empeoramiento de los indicadores y la amenaza proteccionista de EEUU han dado al traste con estas previsiones.

El BCE compra desde enero 30.000 millones de euros mensuales en deuda pública y privada y ha anunciado que lo hará al menos hasta septiembre de este año o "más allá si fuese necesario".

En este contexto, la opinión generalizada actualmente entre los expertos es que el banco reduzca los estímulos gradualmente a partir de septiembre para concluir su programa a finales de año.

Respecto a la primera subida de los tipos de interés, que hace apenas un mes se preveía para el segundo trimestre de 2019, la opinión mayoritaria entre los profesionales la sitúa ahora en el tercer trimestre de ese año.

Añadir nuevo comentario