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Ginebra, 12 dic (EFE).- El descenso de los precios del petróleo contribuirá a que el sector aéreo aumente en 2019 sus beneficios un 4 %, contrarrestando los efectos negativos del "brexit" y de la guerra comercial entre China y Estados Unidos, según la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA).
Los cálculos de la organización, presentados hoy en Ginebra, anticipan para el próximo ejercicio unos beneficios después de impuestos de 35.500 millones de dólares (31.300 millones de euros), lo que supondría una subida de tan sólo una décima en el porcentaje estimado para 2018, del 3,9 %.
"Somos modestamente cautos ante el año 2019", destacó en la presentación de estos datos el director general de la IATA, Alexandre de Juniac, quien señaló que "frente a los tiempos sombríos en los mercados las cifras podrían sorprender, pero la demanda es fuerte y hemos visto una fuerte caída en los precios del petróleo".
Los economistas estiman que el actual precio del barril Brent bajará de los 73 dólares actuales a 65 el próximo año, lo que serviría de principal factor para el crecimiento y compensaría factores negativos como la salida del Reino Unido de la UE, las tensiones entre Pekín y Washington o el miedo a una nueva recesión.
Si se cumplen las previsiones de la IATA habría un décimo año consecutivo de aumento de beneficios para el transporte aéreo global, pese a que se prevé una reducción de un punto (del 8,7 al 7,7 %) en el crecimiento de ingresos, que se espera alcancen los 885.000 millones de dólares (780.000 millones de euros) en 2019.
El número de pasajeros subirá un 6 %, hasta 4.588 millones en 2019, mientras que el transporte de carga, que probablemente se verá más afectado por la oleada de proteccionismo comercial, aumentará sólo un 3,1 % hasta los 65,9 millones de toneladas, de acuerdo a la IATA.
De Juniac destacó que, pese a lo moderadamente positivo de las cifras, es necesario hacer frente a algunos desafíos en la industria, como la mejora de equipamientos, ya que algunas regiones "se aproximan a una crisis de infraestructura".
En ese sentido, el responsable de la IATA se refirió a problemas de gestión aeroportuaria y retrasos en zonas como Europa, el Golfo Pérsico o China.
"El verano de 2018 en Europa fue un caos de gestión de tráfico de proporciones épicas", denunció, y puso como ejemplo que en los primeros 10 meses del año en los aeropuertos europeos se acumularon 14 millones de minutos de retrasos, equivalentes a 26 años, "algo completamente inaceptable".
De Juniac manifestó también su preocupación por la congestión de muchos aeropuertos, por ejemplo en los de ciudades de alto tráfico aéreo como Nueva York, Londres, Sao Paulo o Sídney.
A este respecto, mencionó la reciente decisión del Gobierno de Andres Manuel López Obrador de suspender las obras del aeropuerto de Texcoco en Ciudad de México (otra ciudad con trafico aéreo congestionado), y señaló que "es una lástima desperdiciar una inversión ya realizada".
La IATA estima que sólo la cancelación supondrá pérdidas de 5.000 millones de dólares (4.400 millones de euros).
De Juniac también expresó inquietud por el bloqueo gubernamental de fondos a aerolíneas en Venezuela, que según él casi alcanzan los 4.000 millones de dólares (3.500 millones de euros), haciendo que este país provoque una "máxima preocupación".
Respecto a las previsiones de 2019, el sector aéreo mundial espera dar empleo a 2,9 millones de personas (un 2,2 % más que en 2018) y se estima que las aerolíneas contribuirán a las haciendas globales con 136.000 millones de dólares (120.000 millones de euros) en impuestos, un aumento interanual del 5,8 %.
Por regiones, se espera que Norteamérica protagonice el mayor aumento relativo de sus beneficios netos (del 10 % el próximo año), seguido de Asia-Pacífico (6,1 %) y Latinoamérica (5,7 %), área esta última donde se espera que esta cifra alcance en términos absolutos los 700 millones de dólares (617 millones de euros).
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