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Médicos sin Fronteras (MSF) participa como observador oficial en la 26ª Conferencia de las Partes (COP26) de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en Glasgow, donde los líderes mundiales han fijado su compromiso en reducir a 1.5ºC el calentamiento global y alcanzar a mitad de siglo la neutralidad frente a la emergencia climática "Necesitamos soluciones concretas urgentes para limitar el calentamiento global y prevenir consecuencias humanitarias desastrosas", ha declarado la ONG en un comunicado.
Tal y como informa la ONG, muchas de las áreas en las que trabaja se encuentran en los entornos más vulnerables al clima, donde sus equipos brindan atención de primera mano a las personas que experimentan los impactos en la salud de la emergencia climática. "Está muy claro que esta crisis golpea más duramente a las personas que se encuentran en los entornos más vulnerables", afirman, mientras informan de su compromiso de reducir a cero sus propias emisiones de carbono.
"Estamos ahí (en la COP26) porque reconocemos las advertencias científicas y la necesidad de una trayectoria de cero emisiones de carbono. Descarbonizar nuestra organización no es de ninguna manera una tarea fácil, ya que responder a las crisis humanitarias y de salud en todo el mundo es intensivo en carbono. Pero hemos comenzado, y estamos comprometidos, a reducir nuestra huella de carbono", aseveran al respecto de la gravedad de la emergencia climática.
La emergencia climática agrava enfermedades como la malaria
Médico sin Fronteras advierte que la emergencia climática agrava las vulnerabilidades y situaciones humanitarias existentes. Por ejemplo, en Níger, los patrones cambiantes de las lluvias están afectando la producción de alimentos y enfermedades infecciosas como la malaria. Esto se suma a las epidemias recurrentes y la inseguridad alimentaria vinculadas a la presión demográfica y el uso de la tierra, así como a la violencia y el desplazamiento. Alertan de que la "combinación mortal de malaria y desnutrición" tiene un "alto precio" en los niños menores de 5 años.
"En muchas ubicaciones de nuestros proyectos, nuestros equipos médico-humanitarios están respondiendo a situaciones relacionadas con el entorno cambiante. Esto incluye un número cada vez mayor de personas con enfermedades infecciosas como la malaria, el dengue y el cólera, como resultado de los cambios en los patrones de lluvia y temperatura; aumento de casos de enfermedades zoonóticas debido al aumento de la presión sobre el medio ambiente", explican. También advierten sobre las consecuencias de la emergencia climática en relación con fenómenos meteorológicos extremos más frecuentes, como ciclones y huracanes, y sequías, "que pueden contribuir a la malnutrición o provocarla", indican.
Tal y como advierte MSF, la emergencia climática es una gran amenaza para la salud humana, particularmente en lugares donde las personas ya no tienen acceso a la atención médica básica o están excluidas de ella. No obstante, lamentan que los esfuerzos de organizaciones humanitarias como la suya no compensarán las faltas en actuar por parte de los líderes políticos. "Se necesita una acción política concreta para implementar soluciones para limitar el calentamiento global a fin de prevenir consecuencias humanitarias desastrosas", reclaman.
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