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Los supermercados están notando la escasez de leche entre sus estanterías a causa de diferentes factores que apuntan la actualidad nacional e internacional.
El precio de la luz, los paros del transporte a causa de los precios de las gasolineras, la Guerra de Ucrania y el pánico social han hecho que las estanterías de muchos supermercados vuelvan a mostrar vacíos que aterran.
Todo ello ha dado resultado a un cóctel explosivo que no solo perjudica a los consumidores finales, sino que los que se encuentra en primera fila son los que han recibido los primero golpes de esta crisis que afecta a todos los niveles.
La escasez de leche ha hecho saltar todas las alarmas por el posible desabastecimiento
Junto a la escasez de leche, se suma la falta de aceite de girasol y cereales que el diario El Español, ha podido comprobar en varias superficies de la Comunidad de Madrid.
Pero durante esta última semana, la escasez de leche es la que se ha vuelto la protagonista de esta situación. Tanto que los consumidores han tenido que cambiar sus hábitos de consumo, otros han recurrido a acumular bricks de leche para estar cubiertos hasta que se vuelvan a reponer las estanterías con este producto de primera necesidad.
Y es que desde que comenzase la huelga de transportes hace más de una semana, los estragos que causa el desabastecimiento, aumentados por el miedo social, ya comienzan a dejarse notar en los supermercados.
Además, la escasez de leche se está dando acompañada de miles de pérdida de litros porque los productores no pueden hacer llegar este alimento a los destinos debido a la huelga de transportes, lo que ya ocasiona pérdidas de 600 millones de euros que afectan a la cadena de suministros compuesta por el sector primario, industria, transporte y finalmente distribución.
Cabe recordar que el sector primario está compuesto por el pesquero, el agricultor o el ganadero, que se ven muy dañados por la subida del combustible y por el paro de los trasportistas.
La psicosis social es el peor enemigo de las crisis
El caso es que no podemos achacar la escasez de leche y otros productos de primera necesidad a la huelga del trasporte, pues recordemos que lo que reclaman nos afecta y nos beneficia a todos en particular.
Como ya pudimos comprobar cuando el Gobierno hablaba del confinamiento a finales de febrero del 2020, la gente entró en pánico, dejando las estanterías de los supermercados vacías de papel higiénico, gel desinfectante de manos y harina.
En aquel entonces, tanto supermercados como trasportistas pidieron que no cundiese el pánico, que ellos iban a seguir al pie del cañón para que la gente no se quedara sin los bienes de primera necesidad.
Ahora, la Guerra de Ucrania, el paro de trasportistas por el elevado precio del combustible y el miedo social ha hecho que la escasez de leche, aceite de girasol y cereales sean los protagonistas de la lista de la compra de las personas que han entrado en pánico. Debemos de ser conscientes, y pensar que no solo nosotros mismos necesitamos comer, por ello hay que adquirir productos de forma responsable, ya que comprando en enormes cantidades por miedo solo aumentaremos el desperdicio alimentario.
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