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El pasado mes de abril, el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, decía que el Gobierno regional está "preocupado" por las escuelas infantiles privadas de 0 a 3 años porque muchas se ven "abocadas" a cerrar, por lo que la Comunidad estudia cómo "lanzarles un salvavidas" para que no lo hagan.
En principio no podían reiniciar su actividad hasta septiembre, aunque existían rumores de un posible adelanto de su apertura a julio, fecha en la que finalizan los ERTEs que los centros han tenido que aplicar a sus plantillas. De momento, muchas se encuentran debatiendo los protocolos definitivos que establecen los requisitos que han de cumplir los centros para garantizar la seguridad sanitaria y, además, que permitan su viabilidad económica.
Pues bien, hoy en GNDiario nos hacemos eco de una carta recibida por una familia cuyos hijos están actualmente inscritos en una escuela infantil privada de la Comunidad de Madrid. En dicha carta, la gerente de esta escuela infantil privada, expone su gran preocupación en cuanto a la educación de los más pequeños en España.
¿Abrirán las escuelas en la desescalada?
La apertura de las escuelas está permitida a partir de la fase 3 del plan de desescalada del Gobierno.
El protocolo de apertura marca que deben abrirse con el 50% de la ocupación de las plazas, con distancias interpersonales y con la asistencia de niños cuyos padres trabajen los dos fuera de casa.
Las medidas sobre las que están trabajando los gobiernos plantean una seguridad sanitaria para toda la comunidad educativa (docentes, familias, niños...). Algo que es fundamental pero deja de lado la seguridad emocional de los alumnos.
Quienes diseñan las leyes y protocolos están claramente poco familiarizados con esta etapa en el ámbito de la educación infantil. La gerente de la escuela infantil privada que redacta la carta, fuente de esta información, hace hincapié en que cuando se habla de que la educación de los más pequeños en este primer ciclo es fundamentalmente asistencial, los docentes y expertos en educación infantil, se refieren a que se deben cubrir todas las necesidades de los niños y niñas; entre ellas la seguridad física, social y emocional.
Los gobiernos han dejado abandonadas a las familias y a las escuelas privadas. Están proponiendo medidas para la nueva normalidad que no tienen en cuenta las necesidades de seguridad física, social y emocional de los alumnos de escuelas infantiles. Además, la conciliación familiar se hace cada día más difícil.
Los protocolos que proponen los gobiernos para la 'nueva normalidad' van en contra de los principios pedagógicos de las escuelas infantiles
Colgados en el perchero de la entrada reposan los 'babys' a rayas y las mochilas infantiles. Hay que echar la vista muy atrás para dar con el último día de clase. Aquella última mañana en la que los más pequeños llenaron las aulas de alboroto y alegría. Algo que será muy distinto con la vuelta a la rutina tras la crisis del coronavirus.
Los mayores aprendizajes y el mayor número de conexiones neuronales se realizan entre los 0-6 años. Según las normas marcadas para la re apertura de las escuelas infantiles, deberían seguir entre otras, las siguientes pautas:
- Mantener la comunicación a través de una mascarilla. Algo que imposibilita el desarrollo del lenguaje no verbal de los niños y niñas.
- Mantener a los niños durante 8 horas sentados separados. Una medida que les impide desarrollar su psicomotricidad.
- Dejar a los bebés llorando sin poder cogerles en brazos para calmarles. Parece que no se dan cuenta de que no tienen otro recurso para comunicarse que no sea el llanto.
- Prohibir que los niños y niñas compartan objetos y juguetes en el aula. Sería como enseñarles a que no está bien bien compartir.
- Impedir la entrada de los padres y madres en la escuela.
- Y, lo que en palabras de la gerente es lo más duro para quienes aman la profesión de educadores: negar el cariño, los abrazos y besos, el contacto físico con los más pequeños.
Resultaría más que difícil conseguir que los niños y niñas que cada día acuden a las escuelas infantiles respeten estas normas que marca la pandemia. Es más, costaría muchísimo que los más pequeños entendiesen el por qué de estas pautas.
Las escuelas infantiles no quieren una educación así
Si las escuelas infantiles vuelven a abrir sus puertas siguiendo este modelo de educación, lo único que va a generar es un grave impacto y secuelas emocionales en los niños.
Además, para muchas escuelas, volver a abrir sus puertas con tan solo el 50% de su alumnado se hace inviable económicamente. Muchas no pueden abrir en verano y tampoco podrán hacerlo en septiembre. Por lo tanto, desde las escuelas infantiles privadas, animan a los padres a solicitar plaza en la escuela pública. Otra medida que les han 'obligado' a tomar y que pone contra las cuerdas a muchas familias ya que a estas alturas, no quedan muchas plazas libres en la escuela pública.
Todos estos factores están generando una 'tormenta perfecta' que, de seguir así, aboca a la desaparición de las escuelas infantiles privadas. Para que una escuela de este tipo sea rentable, por ejemplo entre muchos otros factores, es necesario que tengan una cobertura de tres aulas, como mínimo, que cubra todo el ciclo, aunque haya la mitad de niños. En situaciones como la que propone la 'nueva normalidad', la escuela tiene que cerrar. A parte de no ir acorde a sus principios pedagógicos, no pueden soportar las medidas propuestas a nivel económico.
En definitiva, es muy necesario dotar a las escuelas infantiles de apoyo a la administración mediante el desarrollo de unos protocolos que no sean exageradamente restrictivos y ayudas a los centros o a las familias para facilitar la conciliación y la preescolarización de sus hijos.
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