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Praga, 20 feb (EFE).- Eslovaquia conmemora mañana con concentraciones en todo el país el primer aniversario del asesinato del periodista de investigación Ján Kuciak y su prometida, Martina Kusnirova, un caso que generó una oleada de protestas y causó la caída del Gobierno.
Las movilizaciones de este jueves en Bratislava y otras ciudades se hacen bajo el lema "¡No lo olvidaremos!", en recuerdo de un suceso que conmocionó a la nación centroeuropea.
La iniciativa cívica "Por una Eslovaquia decente" llama a salir a la calle en demanda de "justicia" por unos asesinatos que "han cambiado Eslovaquia para siempre".
Jan Kuciak, un reportero de 27 años del portal de noticias "Aktuality", era conocido por sus artículos de investigación sobre crimen organizado local y la mafia calabresa ('Ndrangheta), cuyos tentáculos en el país, según un último artículo póstumo, llegaban hasta la sede del Gobierno.
El pasado mes de septiembre la policía detuvo a cuatro presuntos implicados en el crimen, incluido el supuesto autor material y una empresaria vinculada a compañías que actuaban como fachada de la 'Ndrangheta, según la fiscalía.
La empresaria habría ofrecido 70.000 euros por el asesinato del periodista. El supuesto autor material, identificado como Tomas S., mató a tiros a los dos jóvenes. Martina Kusnirova no era el objetivo del sicario pero la asesinó porque estaba entonces en casa del periodista.
La Justicia todavía debe presentar las acusaciones formales contra los detenidos.
En su último reportaje, publicado de forma póstuma, Kuciak exponía una compleja red eslovaca de la 'Ndrangheta, con vínculos que llegaban hasta dos asesores del entonces primer ministro, el populista de izquierda Robert Fico, que tuvo que dimitir por el escándalo.
Las investigaciones del periodista expusieron los lazos de personas cercanas al poder con organizaciones criminales, lo que desencadenó una oleada de movilizaciones que obligó también a dimitir a responsables policiales y de Interior.
"La corrupción y la violencia siguen vivas en Eslovaquia", declara a Efe Grigorij Meseznikov, analista del Instituto político IVO en Bratislava, sobre una crisis institucional que continúa latente.
Para Meseznikov el principal problema es la escasa confianza en las instituciones, lo que se ha agravado recientemente con el bloqueo a la hora de renovar nueve de los trece jueces del Tribunal Constitucional.
El analista achaca la "obstrucción" en el proceso electivo a las ambiciones de poder de Fico, que, aunque dimitió por el caso Kuciak sigue liderando el gubernamental Partido Socialdemócrata (SMER), y ahora pretende convertirse en magistrado del Constitucional, aunque carece de apoyos del Ejecutivo tripartito.
Entrar en el Constitucional "otorga inmunidad para los próximos 12 años", además de la posibilidad de "cancelar cualquier sentencia de los juzgados nacionales", glosa Meseznikov la supuesta estrategia de Fico para "manipular la vida política".
Con esta batalla política de fondo las movilizaciones de este jueves en 35 ciudades eslovacas y 22 extranjeras, como París, Barcelona o Nueva York, busca también protestar contra la corrupción y reclamar más transparencia y justicia.
"Una sociedad madura moralmente castiga el mal y la violencia, para evitar que se extiendan", resume el popular actor Ferko Kovar, en un vídeo colgado por la iniciativa cívica en Facebook.
"Por una Eslovaquia decente" logró el año pasado reunir grandes multitudes, que en alguna de sus convocatorias se llegaron a cifrar en 60.000 personas, como no se habían producido desde los cambios democráticos de 1989.
Las detenciones de los presuntos autores materiales de los asesinatos han calmado en parte los ánimos de la ciudadanía, que todavía espera que salgan más nombres implicados en los asesinatos.
"¿Hay más gente involucrada?", se pregunta Meseznikov, que confía en que la instrucción termine "en cuestión de semanas" y se pueda saber algo más de un caso que ha conmocionado al país.
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Gustavo Monge
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