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Madrid, 15 feb (EFE).- El Tesoro Público español ha colocado hoy 4.500 millones de euros en bonos a 5 años y obligaciones a 10 y 15 años que, aunque se han adjudicado en todos los casos a un mayor interés, no se han disparado como está ocurriendo con el resto de emisiones europeas.
En concreto, España ha vendido 1.960,94 millones en obligaciones a 10 años, a un interés marginal del 1,586 %, superior al 1,407 % aplicado el 1 de febrero, con lo que alcanza su nivel más alto desde octubre.
Otros 1.908,7 millones han correspondido a la deuda a 15 años, cuya rentabilidad se ha situado en el 2,113 %, levemente superior al 2,112 % de la subasta del 18 de enero, y en máximos desde septiembre.
Por último, España ha vendido 630,3 millones en bonos a 5 años, a los que se ha aplicado un interés del 0,387 %, superior al 0,330 % anterior (18 de enero).
De esta manera, el rendimiento de los bonos a cinco años vuelve a situarse en niveles de noviembre de 2017.
La subasta celebrada hoy se ha visto afectada por la tendencia al alza que está registrando el interés de los bonos soberanos de los países desarrollados.
Los expertos explican que esto es consecuencia del aumento de las preocupaciones que ha despertado la inflación de EEUU, ya que un crecimiento muy rápido de los precios puede llevar a que los bancos centrales suban los tipos de interés de forma más acelerada.
"Debido a que los intereses se ven reflejados principalmente en el mercado de renta fija, el rendimiento de los bonos soberanos tiende a subir", ha explicado Alexander Londoño, analista del bróker ActivTrades.
En las últimas sesiones, la rentabilidad de los bonos de EEUU a diez años ha subido fuertemente, una tendencia que se ha contagiado a Europa, sobre todo, al conocido como "bund alemán".
En este sentido, el analista de XTB Javier Urones ha destacado que aunque España no ha logrado repetir el éxito de subastas anteriores, "al menos ha conseguido que los intereses no se disparen como está sucediendo en el resto de emisiones europeas".
"El fuerte crecimiento de las economías europeas y el final, cada vez más cerca, del programa de compras de deuda del Banco Central Europeo (BCE) provocan que cada vez sea más complicado repetir los intereses a los que se adjudicaba la deuda el año pasado", ha asegurado.
Por último, ha hecho referencia al contexto de EEUU y ha advertido de que "el repunte inesperado" de la inflación "puede provocar un mayor ritmo de subidas de interés por parte de la Reserva Federal de EEUU (FED) y que el bono estadounidense gane en atractivo, lo cual podría restar interés a la deuda europea y provocar una fuga de capitales".
Pese al entorno, la subasta celebrada hoy ha tenido una acogida positiva entre los inversores, que han solicitado 11.336,5 millones en bonos y obligaciones.
Así, la ratio de cobertura, que es la diferencia entre lo demandado y lo finalmente adjudicado ha sido muy alta, de 2,5 veces.
Felipe López-Gálvez, analista de Self Bank, ha destacado que esta elevada demanda "demuestra el apetito de los inversores por la deuda española", y que es "un reflejo de la confianza en la capacidad del Estado español para pagar sus deudas en el futuro".
"Los inversores consideran que la deuda española ofrece una buena rentabilidad-riesgo y que la situación podría mejorar gracias al esfuerzo en reducción del déficit y al fuerte crecimiento en términos de PIB", ha concluido.
Con la puja de hoy, España se ha embolsado esta semana algo más de 8.500 millones, ya que el martes captó más de 4.000 millones en letras a 6 y 12 meses, que en ese caso, salieron a un interés negativo en mínimos históricos.
Hasta la fecha, el Tesoro ya ha cubierto el 23 % de sus necesidades de financiación a medio y largo plazo para 2018, que ascienden a 126.310 millones.
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