"La solución contra el coronavirus es llevar la mascarilla"

Anthony Fauci es una de las caras más reconocibles de EEUU durante la pandemia de COVID-19. Además, Fauci ha estado corrigiendo permanentemente al presidente estadounidense Donald Trump.

El epidemiólogo lleva desde 1984 al frente del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas y ha trabajado con seis Administraciones distintas. De Reagan a los dos Bush, pasando por Bill Clinton, Barack Obama y Trump. Así, Fauci ha causado furor en Estados Unidos, tanto que, si extrapolamos la fama de Fauci le podemos comparar con Fernando Simón, Director del Centro de Emergencias Sanitarias en España: “Hay camisetas con su rostro y hasta le ha interpretado Brad Pitt en la televisión”.

En definitiva, Fauci y Simón son caras reconocibles durante la pandemia de COVID-19.

Estados Unidos acapara un cuarto de los casos mundiales de COVID-19

El país que preside Donald Trump, Estados Unidos ha sumado cerca de tres millones y medio de casos confirmados. Además hay un millón de personas curadas en territorio norteamericano y cerca de ciento treinta y ocho mil fallecidos.

El estado de Florida lleva varios días registrando más casos en una sola jornada que Corea del Sur desde que empezó la pandemia (13.000), y batiendo de lejos al peor día de España (9.200), pese a tener la mitad de población. En Texas, que también está batiendo récords negativos, los expertos están avisando de que se están subestimando las muertes.

Los gobernadores de los estados están debatiendo sobre el uso de las mascarillas. Sin embargo, Anthony Fauci ha estado pidiendo estos días que el uso de la mascarilla sea obligatorio. Mientras en Estados Unidos se debate el uso de la mascarilla, Donald Trump muestra su obsesión para comenzar una nueva normalidad en un país que todavía no ha conseguido doblegar la curva.

El problema, como no se hartan en repetir los expertos, es que si la economía se ha hundido es, precisamente, por la expansión del virus. Pero Trump, que desde el primer día insistió en que el COVID-19 era "un bulo de los demócratas", que "desaparecería como por milagro" en poco tiempo, y que lleva meses prometiendo medicinas y vacunas de forma inminente, ha decidido fingir que el virus no existe e intentar volver a la normalidad.

Así, este martes, la Casa Blanca anunció la puesta en marcha del programa "Busca algo nuevo" para animar a los 17,8 millones de parados de EEUU -según los datos de junio- a buscar algún nuevo empleo.

¿Cuáles son las tres claves del repunte de COVID-19 en EEUU?

El presidente Trump, por ejemplo, ha sugerido que el incremento de casos obedece a que ha crecido sustancialmente la cantidad de exámenes de diagnóstico de la enfermedad. En general, los especialistas suelen coincidir en que es normal que un aumento de estas pruebas muestre un mayor número de casos, pero señalan que también hay otros factores.

John Ioannidis, profesor de Medicina y Epidemiología de la Universidad de Stanford ha señalado que “es muy difícil entender lo que significa el número de casos porque depende tanto de la actividad epidémica como del número de exámenes que se están haciendo”. Además Ioannidis ha afirmado a BBC Mundo que “otra métrica a la que uno podría referirse es a la proporción de exámenes que se están haciendo que dan positivo, lo que en este momento no es tan malo como el número total de casos, incluso en los estados que han visto cierto agravamiento”.

La segunda causa de la fase actual del COVID-19 es un descenso notable de las muertes. Con más de 120.000 muertos hasta este 26 de junio, Estados Unidos es, con diferencia, el país del mundo más golpeado por la pandemia. La cifra refleja una caída notable desde el máximo de 6.409 muertes registrado el 16 de abril, según datos de la Organización Mundial de la Salud. Ioannidis señala que parece haber una especie de disociación entre el número de muertes y el número de casos confirmados.

La última causa de este repunte que existe en Estados Unidos es que hay más casos en gente joven que en gente mayor. El director de los CDC, Robert Redfield, señaló que los jóvenes han ayudado a impulsar el aumento de casos confirmados al decir que en meses pasados muchos de esos casos no habrían sido diagnosticados. En Florida, uno de los estados más afectados ahora, la edad media de los contagiados cayó de marzo a junio de 65 a 35 años de edad, mientras que en Arizona casi la mitad de todos los casos corresponden a personas entre 20 y 44 años.