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Davos (Suiza), 24 ene (EFE).- El rey Felipe VI defendió hoy ante jefes de Estado y grandes inversores asistentes al Foro Económico Mundial (FEM) de Davos las oportunidades que ofrece una España "muy competitiva" donde se cumple la ley, frente al "intento de socavar" en Cataluña "las reglas básicas" del sistema democrático.
Don Felipe pronunció esta mañana el primer discurso de un jefe de Estado español en Davos, donde mantuvo además a lo largo del día su primera entrevista con el presidente francés, Emmanuel Macron, una reunión con el rey Abdalá de Jordania y encuentros bilaterales con los presidentes de Microsoft, Alibaba, la siderúrgica Mittal y los fondos de inversión CPP Investment Board (Canadá) y Temasek.
Esta selección de grandes empresarios internacionales abarca un conjunto representativo de grandes fondos de inversión y grupos de distribución, logística y tecnologías de distintos continentes, a los que el rey trasladó personalmente sus argumentos para confiar en la fortaleza económica y el potencial que ofrece la España actual.
Del mismo modo, dedicó gran parte de su intervención -íntegramente en inglés- ante el plenario del Foro de Davos, que reúne en su 48 edición a unos 3.000 participantes, entre ellos 70 jefes de Estado y de Gobierno, a despejar dudas sobre el futuro de España, "un gran país" que, según resaltó, tras sufrir de forma seria los efectos de la crisis se ha convertido en una economía "muy competitiva" y "una excepcional oportunidad de inversión".
Tras valorar la solidez y madurez política de España, el Rey subrayó que la "reciente crisis" en Cataluña ofrece como lección para todas las democracias del mundo la necesidad de respetar el pluralismo político y preservar el imperio de la ley como piedra angular de la propia democracia.
En este contexto, instó a "resolver los desacuerdos y las disputas políticas" en Cataluña de acuerdo con la Constitución, que no es "un mero adorno", sino el pilar clave de la convivencia democrática y "la expresión misma de la voluntad" de los españoles, por lo que "merece el máximo respeto de todos y cada uno" de ellos.
Advirtió en ese sentido de que la soberanía nacional pertenece "a todos los ciudadanos" y de que el bienestar y el progreso no se lograrán en el siglo XXI con "aislamiento o división", sino mediante "unidad de objetivos, metas comunes, acción concertada y una estrategia lúcida con visión de futuro".
En su discurso, recordó que el Índice de Paz Global sitúa a España entre las 19 "democracias completas" del mundo, detrás de la monarquía británica, y que la "causa nacional" de su transición democrática fue construir "una casa común para todos los españoles", que ha dotado a las Comunidades Autónomas de un amplio autogobierno "difícil de encontrar en otros países", dentro y fuera de Europa.
El 40 aniversario de la Constitución invita a reivindicar la "importancia duradera" del espíritu de entendimiento y solidaridad que proporcionó a España un periodo de paz, libertad y prosperidad sin precedentes, insistió al abordar el desafío independentista en Cataluña, a la que definió como "una parte verdaderamente fundamental del alma del país y su identidad diversa".
Al reivindicar el potencial de la economía española, recalcó que, a pesar de haber sido "motivo de preocupación en la UE" hace pocos años, continuó, España contribuye ahora positivamente al fortalecimiento de la Unión, después de crecer de forma sostenida durante tres ejercicios, de crear más de dos millones de empleos y de reducir el déficit público en más de 70.000 millones de euros.
En todo caso, precisó que la mejora de los datos macroeconómicos no sólo debe conducir a una "lucha efectiva contra el desempleo", sino también "reducir las diferencias económicas y la desigualdad social" para favorecer "la indispensable cohesión social con un crecimiento más inclusivo".
Puso además de relieve la apuesta de España por una "refundación de la UE" que impulse el proyecto de construcción europea con el objetivo último de una mayor unión política, ya que "no ir hacia adelante es ir hacia atrás", antes de añadir: "Europa debe reinventarse y el alma de esa nueva Europa debe reflejar el alma de sus ciudadanos; para ello puede contar con España".
Antes de abandonar Davos para regresar a España esta misma noche, Felipe VI asistió a la intervención de Macron en el plenario y posteriormente se reunió con él en una breve entrevista durante la que invitó al presidente francés a visitar España.
También exploró en una reunión con el rey Abdalá las posibilidades de ampliar la cooperación económica hispano-jordana, presenció la participación en el Foro de los presidentes de Brasil, Michel Temer, y Colombia, Juan Manuel Santos, y recibió a media docena de jóvenes emprendedores españoles con proyectos innovadores auspiciados por el FEM en su programa "Global Shapers".
Por Ramiro Fuente.
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