Aparecen fósiles de esponjas marinas en Ciudad Real con más de 530 millones de años

Una nueva investigación por parte de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) ha publicado el hallazgo de los restos fósiles mineralizados de esponjas marinas, las más antiguas del mundo, con 530 millones de años. El hallazgo ha tenido lugar en unos depósitos de fosfato en Fontanarejo, Ciudad Real, de apenas 300 habitantes. Los años en los que habitaron estos poríferos ha sido posible gracias al descubrimiento de restos del molusco 'anabarella'.

Estos poríferos se consideran los primeros animales en evolucionar

Las esponjas marinas son consideradas los primeros animales en evolucionar, por lo que este descubrimiento aporta nueva información sobre la evolución de esos maravillosos seres vivos. En la investigación, además de la UCM, han participado las universidades alemanas de Göttingen y Tübingen y el Instituto Geológico de Nanjing, de China.

En este reciente estudio, los investigadores tomaron más de 200 muestras en Fontanarejo mediante diferentes técnicas, tanto de microscopia como análisis químicos. De esas muestras, se realizaron 120 láminas delgadas para su posterior estudio

“Las espículas se encuentran conectadas unas con otras preservando la misma posición del organismo original”

Los depósitos encontrados fueron investigados por primera vez hace cincuenta años, pero hasta ahora no se habían profundizado con detalle. Entre los restos fósiles se hallaron las espículas, que son unidades de sílice que conforman el esqueleto, de dos tipos de esponjas marinas: hexactinélidas y demosponjas. Las esponjas marinas pueden tener dos tipos de esqueleto, mineralizados (compuestos por espículas articuladas) o no mineralizados (formados por moléculas orgánicas que se degradan).

El investigador del Departamento de Geodinámica, Estratigrafía y Paleontología de la UCM y uno de los autores del estudio, ha señalado que “algunas de las espículas se encuentran articuladas, es decir, conectadas unas con otras preservando prácticamente la misma posición que tenían en el organismo original”. Además, aclara que las espículas de esponja encontradas en estas esponjas manchegas serían las más antiguas encontradas y mejor preservadas hasta ahora.

Las esponjas marinas de Fontanarejo vivieron en una plataforma marina

Gracias a esta investigación se ha demostrado que las esponjas marinas de Fontanarejo vivieron en una plataforma marina, junto con microbios y otros organismos y las corrientes y tormentas transportaron todos sus restos a aguas mucho más profundas, donde fueron enterrados bajo otras capas de sedimento. Esto ayudó a favorecer su conservación.

Tras varios millones de años, la orogenia Varisca, que formó Pangea, elevó esos depósitos llegando a formar montañas, cuya erosión ayudó a mostrar en la superficie todos estos fósiles en mitad de la gran Península Ibérica.

Las esponjas marinas son grandes protectoras del ecosistema

Existen esponjas que son perforadoras y representan un factor importante en la erosión del carbonato de calcio de corales muertos que aún mantienen la estructura. Otra función es la filtración del agua, lo que contribuye a limpiar la columna del agua y a mantener el agua del arrecife con una excepcional calidad. Además, se encargan de proveer el refugio de muchos seres marinos, mantienen el sistema en funcionamiento y son consideradas como fuente de alimento para tortugas, peces y otros invertebrados.