Fundación Telefónica apuesta por la reducción de la brecha digital en mayores a mano de voluntarios

Un equipo de 200 expertos en tecnología ha ayudado a personas mayores a entender y usar mejor sus dispositivos móviles. Uno de ellos es Daniel Luque, un joven de 23 años experto en redes y lleno de gigas de solidaridad para reducir la brecha digital.

Esta ha sido una de las actividades organizadas por Fundación Telefónica en el marco de su Día internacional del Voluntariado Telefónica, una jornada para visibilizar la labor social y desinteresada que realizan muchos de sus trabajadores empleando la tecnología como herramienta para la inclusión de diversos colectivos vulnerables.

Uno de ellos son las personas mayores por sus carencias digitales. El ‘Senior Bootcamp’ ha sido una de las iniciativas de alfabetización digital organizadas para acercar la tecnología a este sector de la población mediante talleres sobre la utilización de aplicaciones como WhatsApp y el uso básico del Smartphone.

Reducir la brecha digital ayuda a las personas mayores a dejar de lado la soledad y estar conectadas con el mundo y sus seres queridos

“La digitalización es una grandísima oportunidad para mantenerse conectados con el mundo, con sus familias”, asevera el responsable global de Acción Social y Voluntariado de Fundación Telefónica, Carlos Palacios, en una entrevista a Servimedia.

“Nuestra obligación como Fundación, como empleados del grupo es ayudar a estas personas a que aprovechen todas las oportunidades digitales, formándoles, capacitándoles y haciéndoles que se sientan seguros en esta época”, reiteró el experto sobre la brecha digital y su reducción.

A lo largo del Día Internacional del Voluntariado Telefónica, se dieron cita en la sede central de la compañía unas 300 personas mayores y 200 empleados solidarios junto con la empresa Voluntechies, que acerca la realidad virtual a niños hospitalizados y personas mayores que se encuentran en residencias.

Entre el enjambre de gafas de realidad virtual y móviles de última generación, destaca la sonrisa de una mujer de ‘las de toda la vida’. María Valverde, una madrileña castiza de 70 años, que asevera con aplomo “La población está llena de gente mayor y necesitamos que nos expliquen, que nos ayuden y no que somos un cero a la izquierda cuando estamos casi subiendo el país”.

La revolución digital ha convertido en vulnerables a personas que antes no lo eran, como es el colectivo de personas mayores, el segundo grupo de edad más afectado por la soledad no deseada, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Según el informe ‘Sociedad Digital en España 2023’, editado por Fundación Telefónica, “sólo tres cuartas partes de las personas mayores de 65 años han utilizado internet en los últimos tres meses, y se estima que el 60 % lo utiliza a diario”.

Además, a causa de la brecha digital, apenas el 71 % usa la aplicación de WhatsApp frente al 91 % de la media del resto de edades, especialmente quienes son nativos digitales, como Daniel Luque, el ‘Voluntario Telefónica’.

Daniel siente que debe estar en primera línea de batalla contra la brecha digital que aísla a la población mayor. “Los jóvenes nos comunicamos con el móvil para todo. Sin embargo, a la gente de 70 o de 80 años les cuesta manejarlo. Es muy importante que se hagan este tipo de iniciativas para intentar paliar la brecha digital”, asiente.

La edad no importa, no debe ser un impedimento

Gracias a la labor que realizan con actividades y talleres como los de Fundación Telefónica, este colectivo irá poco a poco enfrentándose sin miedo a la era de la tecnología.

De esta forma, una abuela podrá comunicarse con sus nietos que viven o estudian en el extranjero haciendo una videollamada por si misma. O una persona con movilidad reducida, gracias a la realidad virtual, podrá realizar un viaje a Roma, o que una persona en una residencia pueda estar conectada con lo que ocurre afuera.

Reducir la brecha digital, tanto en el colectivo de personas mayores como en el de los niños y las personas con discapacidad es otorgarles seguridad, tanto para coger un teléfono como para navegar por la red evitando los peligros. Para el colectivo mayor, es también darles una segunda oportunidad de vida. Y todo esto se consigue con la solidaridad, la cooperación y las ganas de aprender y aportar de la sociedad.