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La ciudad de Guadalajara se convierte en la sede de preparación de la selección española de fútbol sala para personas con discapacidad visual (categorías B2/B3), que participará en el próximo Campeonato de Europa en Antalya, Turquía.
Los entrenamientos del equipo nacional, que se están llevando a cabo en el Palacio Multiusos de Guadalajara, comenzaron con una primera fase de preparación del 6 al 10 de octubre. La segunda ronda de entrenamientos se está desarrolló el día 17, y habrá una tercera y última concentración del 27 al 31 de octubre.
Esta fase será la antesala de su partida hacia el Europeo, que se celebrará entre el 2 y el 11 de noviembre. Durante este proceso, el técnico de la Federación Española de Deportes para Ciegos (FEDC), Julián Martín, ha reunido a 12 jugadores procedentes de diversas comunidades autónomas, como Andalucía, Cataluña, Madrid y Valencia.
La alcaldesa apoya al equipo en su reto europeo
La alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos, visitó al equipo y al cuerpo técnico durante uno de sus entrenamientos, acompañada por el concejal de Deportes, Armengol Engonga, y el concejal de Salud, Roberto Narro. La alcaldesa expresó su agradecimiento al equipo por haber elegido Guadalajara como su centro de preparación para esta competición de gran nivel internacional.
Guarinos destacó la importancia de apoyar el deporte inclusivo en Guadalajara, afirmando que "Guadalajara es una ciudad aliada del deporte inclusivo, convencida de que deben existir las mismas oportunidades para todos, independientemente de las capacidades". Los jugadores compartieron con la alcaldesa sus diferentes condiciones visuales, explicando cómo varía su agudeza y campo de visión, así como los desafíos que enfrentan en el juego.
Una trayectoria prometedora y reglas de competición
El equipo español cuenta con un destacado historial, habiendo obtenido la medalla de bronce en los IBSA World Games celebrados el año pasado en Birmingham, Inglaterra.
En términos de reglas de competición, los jugadores de la selección de fútbol apenas necesitan modificaciones en el reglamento. Las adaptaciones se limitan a facilitar un mayor contraste visual, utilizando un balón y una pista que destaquen en color y manteniendo una iluminación uniforme en el pabellón cubierto, donde se disputan los encuentros. Esta continuidad en las condiciones de juego es fundamental para asegurar un partido fluido durante los 40 minutos reglamentarios de juego.
Con una fuerte preparación y el apoyo local, la selección española se perfila como un equipo con gran potencial para dejar su huella en el próximo Campeonato de Europa.
El fútbol para ciegos es un deporte adaptado para personas con discapacidad visual, desarrollado bajo reglamentos específicos que garantizan la seguridad de los jugadores y un juego fluido. Generalmente, se divide en dos categorías: una para personas con ceguera total o casi total (clasificación B1), y otra para personas con discapacidad visual parcial (clasificaciones B2 y B3). Cada categoría tiene sus propias reglas y variaciones, aunque ambas comparten elementos comunes.
Equipos y jugadores
En fútbol para ciegos, los equipos están compuestos por cinco jugadores: cuatro jugadores de campo con discapacidad visual y un portero sin discapacidad visual o con una visión reducida que le permite jugar sin restricciones. Al no usar bastón ni perro guía, los jugadores confían completamente en sus otros sentidos, especialmente en la audición, para orientarse en el campo.
La pelota es especial, lleva un cascabel en su interior que emite un sonido con cada movimiento, permitiendo a los jugadores ubicarla mediante el oído. El campo es generalmente una cancha de futsal o fútbol sala, con barreras laterales que evitan que la pelota salga de los límites y permiten un juego más continuo.
Además del portero, cada equipo tiene un guía ubicado detrás de la portería contraria que orienta a los jugadores hacia el arco. El entrenador y el portero también brindan indicaciones desde sus posiciones. Los jugadores deben gritar "voy" para indicar su posición a sus compañeros y oponentes, evitando colisiones y favoreciendo la organización táctica.
Un partido de fútbol para ciegos se divide en dos tiempos de 20 minutos, con una breve pausa de 10 minutos entre ellos. Las faltas se acumulan, y tras la quinta falta de un equipo, cada infracción adicional se sanciona con un tiro libre directo sin barrera.
El fútbol para ciegos ha ganado relevancia en competiciones internacionales, como los Juegos Paralímpicos, los Campeonatos Mundiales y los Juegos Mundiales de la IBSA (Federación Internacional de Deportes para Ciegos). Equipos de todo el mundo, incluyendo Brasil, Argentina, España y Japón, han mostrado un gran nivel de competitividad, con Brasil y Argentina destacándose como potencias históricas.
Más allá del aspecto deportivo, el fútbol para ciegos promueve la inclusión, la igualdad y el trabajo en equipo. Este deporte desafía y cambia las percepciones de lo que las personas ciegas pueden lograr en el ámbito físico, fomentando la autosuficiencia y el empoderamiento de los jugadores. Además, refuerza la visibilidad de las personas con discapacidad visual en la sociedad, siendo una vía de inspiración para muchos.
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