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Una comisión gestora conducirá Ciudadanos hasta la celebración de la Asamblea General extraordinaria. En ella, los militantes, a través de compromisarios, deberán elegir una nueva dirección tras la dimisión del presidente del partido, Albert Rivera.
El hundimiento de Ciudadanos termina con la carrera política de Albert Rivera
La dimisión del presidente no está expresamente prevista en los Estatutos de Ciudadanos. Por ello, a lo largo de la mañana de este lunes algunos dirigentes expresaban sus dudas sobre la forma reglamentaria de proceder ante el nuevo escenario.
Sí estaba claro que la dimisión de Rivera obligaba a convocar una Asamblea General extraordinaria para que los militantes decidan el futuro del partido, pero quedaba la duda de si el periodo intermedio correspondía a una gestora o había alguna otra alternativa.
Finalmente fuentes del partido aclararon que ante la dimisión del presidente las riendas del partido recaen directamente en el Consejo General. Así, su máximo órgano de dirección entre asambleas deberá reunirse antes de 15 días para nombrar una gestora que dirija el partido.
Una gestora tendrá que hacerse cargo de la formación naranja
Es también competencia del Consejo General poner fecha para la reunión de la Asamblea General extraordinaria. Esta no podrá ser antes del 10 de marzo porque los Estatutos impiden que pueda celebrarse en los cuatro meses anteriores o posteriores a cualquier proceso electoral en el que haya participado Ciudadanos.
En consecuencia, Rivera decidió "asumir en primera persona" el hundimiento de Ciudadanos. Y es que la formación ha pasado de 57 a 10 escaños en las elecciones de este domingo, perdiendo dos millones y medio de votos respecto de las elecciones del pasado mes de abril.
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