La plataforma de Google contamina un 48 % más en comparación a hace cinco años

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13/07/2024 - 18:00
Google y la Inteligencia Artificial aumentan la huella ambiental

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Google, al igual que otras grandes empresas tecnológicas como Microsoft y Apple, ha realizado inversiones significativas en la integración de la inteligencia artificial (IA) en sus servicios. Esta tecnología tiene como objetivo facilitar y mejorar diversas áreas de nuestras vidas, desde la búsqueda de información hasta la automatización de procesos complejos. Sin embargo, a pesar de sus beneficios potenciales, la IA también ha generado controversia por varios motivos, siendo uno de los más prominentes su alto consumo energético.

La IA requiere una cantidad considerable de recursos computacionales para funcionar de manera efectiva. Esto implica que las empresas como Google deben aumentar la capacidad de procesamiento de sus centros de datos, lo cual a su vez incrementa el consumo de energía.

Estas instalaciones operan de manera continua para soportar las operaciones de la IA, y además necesitan sistemas de refrigeración constante para mantener los equipos funcionando correctamente. Este ciclo de operación intensiva de energía no solo aumenta los costos operativos, sino que también contribuye significativamente a las emisiones de carbono y al impacto ambiental general de la empresa.

Google se moderniza, pero también aumenta su nivel de contaminación

Google, al igual que otras grandes empresas como Microsoft y Apple, ha apostado fuertemente por integrar la inteligencia artificial (IA) en sus servicios. Esta tecnología tiene como objetivo principal facilitarnos la vida, pero sigue siendo objeto de controversia, especialmente por su elevado consumo energético.

La IA generativa, que incluye tecnologías capaces de crear contenido nuevo a partir de datos de entrada, demanda una cantidad considerable de recursos computacionales. Esto ha llevado a la plataforma a aumentar su capacidad de procesamiento, lo que ha resultado en un incremento significativo del consumo de energía en sus centros de datos.

Estas instalaciones operan continuamente y requieren enfriamiento constante, contribuyendo así al aumento de las emisiones de carbono.

Según el último informe medioambiental de Google, sus emisiones de carbono han aumentado un 48 % desde 2019, un incremento que está directamente relacionado con la creciente demanda de potencia informática impulsada por su IA, conocida como Gemini. Solo en el año 2023, las emisiones aumentaron un 13 % en comparación con 2022.

En el 2023 se registraron más de 14 millones de toneladas de CO2

En 2023, Google registró emisiones de gases de efecto invernadero que alcanzaron las 14,3 millones de toneladas de CO2, cifra preocupante que sugiere que la compañía enfrenta desafíos significativos para cumplir su objetivo de alcanzar cero emisiones netas de carbono para 2030. Este problema no es exclusivo de Google; gigantes tecnológicos como Microsoft y Amazon también luchan por reducir sus huellas ambientales.

Microsoft, por ejemplo, ha visto un aumento del 29 % en sus emisiones de carbono desde 2020, mientras que Amazon ha retrasado su objetivo de neutralidad climática hasta 2040, una década después de su meta inicial. A pesar de las inversiones en energía solar y eólica, estas empresas aún enfrentan dificultades para satisfacer la demanda energética impulsada por la inteligencia artificial (IA).

Además, la refrigeración de los centros de datos necesarios para la IA generativa consume cantidades significativas de agua. El crecimiento continuo de los servicios en la nube y el procesamiento de datos no solo aumenta el consumo de energía, sino que también tiene un impacto ambiental considerable debido a la extracción de materiales para construir estas infraestructuras.

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